Este fenómeno provoca la degradación del entorno, inseguridad y vandalismo, además de la pérdida del tejido social en zonas periféricas del país
Por: Marcela Islas
En México, el abandono masivo de viviendas no es una casualidad ni una cuestión aislada, sino el resultado directo de un modelo de política habitacional que ha fracasado en garantizar el derecho a una vivienda digna.
De acuerdo con la doctora en urbanismo Marina Contreras Salgado, docente de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, cada vivienda deshabitada representa a una familia que fue desposeída de su patrimonio, dejando en evidencia la falta de enfoque social en las decisiones de vivienda pública.
CIFRAS DE VIVIENDAS ABANDONADAS EN EL TERRITORIO NACIONAL
En 2010, las autoridades reconocieron que había cinco millones de casas deshabitadas en el país. Sin embargo, lejos de disminuir, la cifra aumentó a más de seis millones para 2020, según el Censo de Población y Vivienda del INEGI.
A esto se suman más de 600 mil viviendas en abandono o situación irregular, de acuerdo con declaraciones recientes de la presidenta Claudia Sheinbaum.
RAZONES DETRÁS DEL ABANDONO DE CASAS EN MÉXICO
Este fenómeno no es casual. Muchas de estas viviendas fueron construidas durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón bajo un esquema que privilegiaba el negocio inmobiliario por encima del bienestar social. Las casas, en su mayoría financiadas por el Infonavit, eran:
- Demasiado pequeñas (algunas de apenas 10 m²)
- Ubicadas en zonas alejadas, sin servicios ni transporte
- Otorgadas con créditos de intereses elevados e impagables para muchas familias
- Violencia
- Desempleo
- Falta de mantenimiento
El resultado de todos estos factores fue el abandono masivo de viviendas, especialmente en las periferias de las grandes ciudades.
¿EN QUÉ CIUDADES DE MÉXICO HAY MÁS CASAS ABANDONADAS?
Este problema se ha concentrado en municipios donde hubo expansión masiva de vivienda:
- Ciudad Juárez y Chihuahua, donde la crisis económica y de seguridad provocó desplazamientos.
- Tlajomulco, Altamira, Mexicali, Tijuana y el Estado de México, donde muchas viviendas fueron recuperadas tras caer en cartera vencida.
- En zonas como Zumpango y Huehuetoca, se han detectado intermediarios que invaden casas para revenderlas a personas necesitadas.
El abandono de estas casas ha provocado la degradación del entorno, generando inseguridad y vandalismo, prácticas de ocupación irregular por migrantes y personas del sector informal, además de la pérdida del tejido social en zonas periféricas.
Aunado a ello, ha surgido un fenómeno preocupante: la "acumulación por desposesión", donde familias pierden sus hogares al caer en cartera vencida, quedando sin propiedad y sin opciones de recuperación, lo que profundiza la pobreza.
MALA PLANIFICACIÓN DE CONSTRUCCIÓN DE CASAS EN MÉXICO
En mayo de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum abordó el tema en su conferencia matutina, asegurando que el problema fue heredado de políticas mal planeadas:
"Se construyeron viviendas muy pequeñas, lejos de todo, con créditos imposibles de pagar. Eso llevó al abandono y a ocupaciones irregulares. No todas están relacionadas con la delincuencia, pero deben atenderse caso por caso", puntualizó.
Sheinbaum señaló también que la solución no es simplemente "recuperar" las viviendas, sino repensar el modelo de vivienda desde un enfoque social, cercano a los derechos humanos y la realidad económica de los trabajadores.
CRISIS DEL SISTEMA INFONAVIT
El modelo actual, basado en la financiarización de la vivienda, donde el Infonavit actúa como administrador de fondos y no como garante de derechos, ha demostrado ser insostenible. Para enfrentar la crisis se requiere:
- Políticas públicas que prioricen la ubicación, servicios y accesibilidad de las viviendas.
- Revisión de esquemas crediticios más justos y humanos.
- Estrategias de reintegración urbana que frenen el deterioro en zonas afectadas.
- Protección legal a las familias ante el despojo y prácticas especulativas.
El panorama de las viviendas abandonadas en México no solo exhibe construcciones vacías, sino la ausencia de políticas centradas en las personas. Revertir esta crisis implica transformar el enfoque: de uno centrado en el mercado, a uno que ponga al centro el derecho a la ciudad, al hogar y a una vida digna.
Sin ese cambio estructural, los fraccionamientos fantasmas seguirán siendo un triste reflejo del abandono institucional.