Por: Eduardo Sánchez
En conferencia, el mandatario, incluso, solicitó a los obreros pensar en las condiciones económicas de las empresas que hoy son presionadas para otorgar esos incrementos, tanto en salarios, como en prestaciones.
“Claro que hay que mejorar los salarios, pero hay que ver también las condiciones económicas de las empresas para mantener los centros de trabajo; o sea, y, como lo he dicho siempre, no pensar que, de un día para otro, de la noche a la mañana, vamos a lograr recuperar todo lo que se perdió en el periodo neoliberal”, dijo.
“Porque se perdió mucho del poder adquisitivo del salario, se perdieron como el 75 por ciento del poder de compra del salario, básicamente el salario mínimo”.
Sin embargo, el presidente aseguró que en su administración nunca más se permitirá que los salarios aumenten por debajo de la inflación.
“Eso sí se tiene que garantizar por ley, por justicia, (que nunca) se den abajo de la inflación, como llegó a suceder en el periodo neoliberal”, expresó.
“En esa negociación de salario estamos ayudando, en un afán de conciliación de que se llegue a acuerdos, es parte de nuestro trabajo”.
El surgimiento de nuevas centrales obreras, impulsadas por legisladores de Morena, han generado la radicalización de viejas organizaciones corporativas como la CTM y la CROC que, en el pasado, se dedicaban a negociar y pactar con el Gobierno, los partidos y los patrones.
La presión ha sido tal, que la CROC incluso amenazó con estallar la huelga en 80 tiendas Wal-Mart de 10 Estados del País, en demanda de 20 por ciento al salario y la aplicación, por primera vez, de un bono de 4 por ciento sobre las ventas realizadas por los trabajadores.