Pan de Muerto: Este es el secreto de los panaderos para conservarlo por más tiempo

Este tipo de alimento suele ser vulnerable si no se conserva de forma adecuada. Con los siguientes consejos podrás mantenerlo durante más días

Por: Marcela Islas

El Día de Muertos es una celebración llena de sabor, y el pan de muerto es uno de sus protagonistas. Sin embargo, conservar este delicioso pan fresco puede ser todo un desafío. Aquí te revelamos algunos consejos para disfrutar de tu pan de muerto por más tiempo.

¿POR QUÉ SE PONE DURO EL PAN DE MUERTO?

El pan de muerto es un alimento higroscópico, lo que significa que absorbe la humedad del ambiente. Al guardarlo en un lugar inadecuado o en un recipiente hermético, se crea un ambiente húmedo que acelera el proceso de endurecimiento y puede provocar la aparición de moho.

ERRORES COMUNES AL GUARDAR PAN DE MUERTO

Muchas veces no sabemos cómo conservar adecuadamente los alimentos dependiendo de los ingredientes que lo componen y el tipo de clima en el que nos encontramos. Algunos de los errores más comunes son los siguientes:

  • Guardarlo en bolsas de plástico. Al no permitir la circulación del aire, estas bolsas retienen la humedad y aceleran el proceso de enmohecimiento.
  • Dejarlo en lugares expuestos a corrientes de aire. El aire seco reseca el pan, haciéndolo duro y quebradizo.
  • Cortar el pan antes de tiempo. Las rebanadas de pan se secan más rápido que una pieza entera.

¿CÓMO PUEDO CONSERVAR CORRECTAMENTE EL PAN DE MUERTO?

  • La mejor opción para conservar la textura crujiente del pan es utilizar bolsas de papel, ya que permiten la circulación del aire.
  • Otra alternativa es el papel encerado, pues crea una barrera protectora contra la humedad.
  • También puedes utilizar paneras de mimbre o madera, estos materiales permiten que el pan respire y se mantenga fresco por más tiempo.
  • Otras recomendaciones que también debes tomar en cuenta es comprar pequeñas cantidades de pan de muerto, así evitarás acumular más del que puedas consumir en pocos días.
  • Revisa el pan antes de consumirlo, consulta la fecha de caducidad y desecha cualquier porción que presente signos de moho o esté demasiado dura.
  • Si quieres conservarlo por más tiempo, una opción muy efectiva es congelarlo en porciones envueltas en papel aluminio o plástico.