Obispos de México denuncian violencia, corrupción y crisis social en México

Al concluir su CXIX Asamblea General señalaron que persisten discursos públicos que construyen una narrativa que no corresponde a la realidad

Por: César Leyva

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lanzó un llamado a reconocer la realidad nacional al finalizar su CXIX Asamblea General Ordinaria, donde los obispos alertaron sobre la violencia, la corrupción y el deterioro social que vive el país.

En una parte de su mensaje, los obispos de México aseguraron que no pueden guardar silencio ante el sufrimiento de millones de mexicanos y la pérdida de dignidad humana provocada por el crimen organizado y la impunidad.

Los obispos señalaron que persisten discursos públicos que "construyen una narrativa que no corresponde a la experiencia cotidiana" de las familias.

Cuestionaron que se afirme que la violencia ha disminuido cuando miles han perdido seres queridos o viven con miedo constante. También rechazaron que exista un verdadero combate a la corrupción cuando continúan los escándalos y la impunidad prevalece.

PREOCUPA AUMENTO DE PRESENCIA DEL CRIMEN ORGANIZADO

De acuerdo con el comunicado, la violencia se ha vuelto parte de la vida diaria y el crimen organizado ha extendido su presencia a lo largo del país. Testimoniaron que continúan los asesinatos y desapariciones, el desplazamiento forzado y el cobro de "cuotas" que afecta incluso a familias humildes, agricultores, transportistas y pequeños empresarios.

La CEM denunció que sacerdotes, religiosas y agentes de pastoral han sido amenazados e incluso asesinados, y lamentó la muerte de presbíteros que dieron su vida sirviendo a sus comunidades. Asimismo, alertaron sobre el secuestro y desaparición de jóvenes, a quienes muchas veces se les arrastra a redes de crimen y corrupción.

REITERAN CERCANÍA CON VÍCTIMAS Y LOS POBRES.

Otro punto destacado fue la crisis migratoria. Indicaron que miles de mexicanos abandonan sus tierras para escapar de la violencia o buscar mejores oportunidades, mientras migrantes centroamericanos y de otros países sufren extorsión, secuestro y muerte durante su tránsito por México.

En este contexto, los obispos recordaron que la Iglesia mantiene presencia en albergues y casas del migrante, brindando acompañamiento y defensa de derechos humanos.

Finalmente, los obispos hicieron un llamado a no permanecer indiferentes. "Son familias destrozadas, madres que lloran a sus hijos, comunidades indefensas".

Afirmaron que su cercanía está con las víctimas y con los pobres, asegurando que compartirán su dolor y esperanza, animando a la sociedad a buscar una transformación auténtica basada en la verdad y la dignidad humana.