La mujer enfrenta cargos por conspiración para crimen organizado y tráfico sexual en Estados Unidos
Por: Brayam Chávez
La justicia federal de Manhattan resolvió que Eva García de Joaquín, madre del líder encarcelado de la Iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, continuará bajo prisión preventiva. La mujer enfrenta cargos por conspiración para crimen organizado y tráfico sexual en Estados Unidos.
A pesar de haber ofrecido una fianza de hasta cinco millones de dólares en efectivo y bienes, la jueza Loretta Preska determinó que la acusada permanecerá detenida mientras avanza el proceso judicial. La decisión se tomó durante la audiencia celebrada el 15 de diciembre en la corte federal de Manhattan.
REACCIÓN DE LA IGLESIA LA LUZ DEL MUNDO
Tras la resolución, la Iglesia La Luz del Mundo emitió un comunicado en defensa de Eva García de Joaquín, describiéndola como una mujer de fe, de avanzada edad y con una trayectoria de servicio caritativo. La institución señaló que no representa amenaza alguna y expresó su preocupación por su estado de salud.
La acusada, de 80 años, ha requerido atención médica dentro del centro de detención debido a problemas físicos que dificultan su permanencia en la población general.
ARRESTO Y ANTECEDENTES JUDICIALES
Eva García de Joaquín fue arrestada el 10 de septiembre en una residencia de lujo en Los Ángeles, California. Durante la operación, las autoridades incautaron joyas y más de un millón de dólares en efectivo. El 16 de octubre compareció ante la jueza Preska, se declaró no culpable de los cargos y fue vinculada formalmente a proceso.
El 5 de diciembre, la defensa liderada por la abogada Priya Chaudhry solicitó nuevamente la libertad bajo fianza, argumentando que Eva no representaba riesgo de fuga ni peligro para la comunidad.
ACUSACIONES DETALLADAS POR EL GOBIERNO
El gobierno estadounidense sostiene que Eva García de Joaquín facilitó y encubrió los abusos sexuales perpetrados primero por su esposo, Samuel Joaquín Flores, y posteriormente por su hijo Naasón. Según la acusación, la mujer formaba parte de un grupo selecto que identificaba y manipulaba a niñas y mujeres para la explotación sexual, lo que le permitió llevar un estilo de vida lujoso. Otros miembros de la iglesia mencionados en el caso permanecen prófugos.