Neocentralismo

Por: Redacción

Cada día que pasa, se ve y se siente que es puro improvisar en base a esquemas muy atrasados que, de seguir así, sospecho que terminará de hundir al país en lo más profundo de la historia socio política nacional.
Hay quienes se ven perdidos en sus propios dogmas sin un gramo de autocrítica y haciéndole a los ciegos y mudos.
No cuestionan, parece, todo lo que les digan está bien y eso no es bueno para nadie, menos para quienes llegaron recientemente al poder.
Y no es que los anteriores lo hayan hecho muy bien, lo hicieron tan mal, que el pueblo firmó un cheque en blanco pensando que eso era lo adecuado.
Ahora, después de los chascos que nos hemos estado llevando un día sí y otro también, aparece un tema que nos debería preocupar a todos: el neocentralismo.
Lo señala la Coparmex, esos que de seguro serán tildados de ultra derecha conservadora neoliberal anti progresista.
Pero vale la pena ponerle atención al asunto, pues el centralismo ha sido una parte permanente ante un país que requiere ser federalista, y no echar en saco roto lo que se ha logrado para construir un federalismo que equilibre al Gobierno Federal y las entidades federativas para un uso más eficiente de los recursos públicos, que impulse una cercana colaboración entre los tres niveles de gobierno y que fomente los mecanismos que activan la transparencia, rendición de cuentas y estabilidad en las finanzas públicas, expone la COPARMEX, y pusieron sobre la mesa los principales retos del Federalismo:
1. Ayudar a reducir las desigualdades regionales entre los estados del Norte y el Bajío, y los del Sur y el Sureste del país, respeto a lo social y a lo económico.
2. Reducir la dependencia fiscal de los estados con la Federación. El proceso de federalización en México, en materia fiscal, tiene un serio problema de diseño. En los últimos 25 años, los estados han ido teniendo mayores potestades para decidir cómo utilizar los recursos, pero no la obligación de recaudarlo. Considerando datos de 2018, más del 90% de los ingresos presupuestarios de siete estados provinieron de las aportaciones y participaciones federales.
“Los nuevos tiempos de México requieren de la mejor versión de nuestro federalismo, con entidades fuertes en recursos y facultades. Y un Gobierno Federal que articule los esfuerzos en favor del país”, dicen los empresarios.