Por: Eduardo Sánchez
La nueva política migratoria con la que Estados Unidos espera frenar el flujo migratorio de centroamericanos va en contra de sus obligaciones internacionales al restringir fuertemente derechos y libertades básicas.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) criticó de esta forma la medida que implica que Estados Unidos, rechazará a partir de hoy las peticiones de asilo de extranjeros que hayan pasado por un tercer país considerado seguro, sin que hayan presentado en éste una petición similar.
La consecuencia de la política anunciada por el presidente Donald Trump será
"poner en riesgo a las personas vulnerables que necesitan protección internacional y que huyen de sus países por razones que van desde la pobreza hasta la persecución".