Mascotas: Los gatos de 3 colores siempre son hembras; ¿mito o realidad?

Es posible que hayas visto en más de una ocasión a gatos tricolor, y se dice que este tipo de felinos son hembras en su gran mayoría. ¿Es cierto?

Por: Ofelia Fierros

Existe una regla prácticamente infalible en el mundo felino: si un gatito presenta tres colores, se trata casi siempre de una hembra.

¿POR QUÉ LOS GATOS DE TRES COLORES SON HEMBRAS?

Esta peculiaridad se explica por la genética, ya que solo alrededor de uno de cada 3 mil gatos tricolores es macho, y la gran mayoría de ellos son estériles.

EL COLOR ESTÁ EN LOS GENES

El pelaje de los gatos se puede clasificar en tres colores básicos: negro, blanco y anaranjado. Los tonos adicionales, como el gris o el marrón, son en realidad resultados de la combinación de estos.

La codificación del color se lleva a cabo en dos cromosomas distintos, que contienen los genes encargados de la pigmentación.

La variedad de colores en el pelaje depende de cómo se combinan estos genes. Un gen particular, responsable de la producción del pigmento blanco, se encuentra codificado en un cromosoma presente en todos los gatos, independientemente de su sexo.

Por otro lado, los pigmentos negro y anaranjado se producen a través de un gen presente exclusivamente en el cromosoma sexual X.

Los gatos machos pueden tener uno o dos colores en su pelaje, pero la combinación de tres tonalidades es prácticamente exclusiva de las hembras, y esta explicación reside en la genética felina.

Las hembras tienen dos cromosomas X (XX), mientras que los machos tienen solo uno (XY). Esto permite a las hembras poseer simultáneamente el gen del color negro y el del color naranja (uno por cada cromosoma X). En cambio, los machos solo tendrán uno de los dos colores.

El color blanco está relacionado con otro cromosoma, el S, que puede presentarse tanto en gatos machos como en hembras. En consecuencia, un macho puede tener dos colores (blanco-negro o blanco-naranja), pero nunca tres.

Si por alguna razón un macho presenta tres colores, se debe a una anomalía genética conocida como Síndrome de Klinefelter, que implica tener tres cromosomas (XXY), lo que también conlleva esterilidad y otros problemas de salud.

 En casos excepcionales (1 de cada 10,000), existen machos tricolores saludables. Esta rareza puede deberse a mutaciones en la piel a lo largo de su vida o a que son 'gatos quimera', nacidos de la fusión de dos óvulos en las etapas iniciales del desarrollo embrionario.