Manuel Guerrero regresa a México "Quiero cerrar este círculo y continuar adelante con mi vida"

Su retorno simboliza un triunfo personal y una victoria en la lucha por los derechos humanos y la igualdad en un contexto internacional

Por: Araceli Rodríguez

Después de una angustiosa odisea que duró más de seis meses, Manuel Guerrero, un mexicano de origen británico, regresó a su país natal tras haber sido arrestado en Qatar.

Guerrero, quien fue detenido por su orientación sexual durante un operativo dirigido a miembros de la comunidad LGBT, agradeció el apoyo recibido de la cancillería mexicana y ofreció un mensaje de esperanza y resistencia en su primera conferencia de prensa tras su regreso.

El retorno de Manuel Guerrero a México marca el fin de una serie de eventos desafortunados, que comenzó con su arresto el pasado mes de febrero.

Durante su detención, Guerrero fue sometido a condiciones extremadamente difíciles: firmó documentos en árabe sin entender su contenido, enfrentó su proceso judicial sin abogado ni traductor, y sufrió graves problemas de salud debido a la falta de acceso a medicamentos antirretrovirales para tratar su VIH.

La situación se agravó cuando se le imputó falsamente con posesión de metanfetamina, una droga que, según Guerrero y sus representantes, fue sembrada por la policía qatarí con el fin de justificar su arresto basado en su orientación sexual.

A su llegada a México, Guerrero ofreció un emotivo discurso en el que subrayó que su arresto no define su identidad, sino que refuerza su determinación de luchar por un mundo en el que todos, sin importar su orientación sexual o estado de salud, puedan vivir con dignidad y libertad.

"Mi arresto no define quién soy, pero sí ha reforzado mi convicción de que debemos seguir luchando por un mundo donde todos, sin importar nuestra orientación sexual o estado de salud, podamos vivir con dignidad y libertad. Soy un entusiasta por naturaleza", expresó Guerrero.

El apoyo del gobierno mexicano, según Manuel Guerrero, fue fundamental para su liberación. A pesar de estar registrado como ciudadano británico en Qatar, fue el Consulado Mexicano el primero en ofrecer asistencia directa, a diferencia del apoyo británico, que fue principalmente telefónico. Destacó que, aunque el apoyo de México tardó en intensificarse, eventualmente se convirtió en el más importante.

En el proceso de su liberación, el apoyo de su familia y amigos fue fundamental. Enrique Guerrero, hermano de Manuel, recordó la árdua tarea de movilizar recursos y apoyo para la defensa de su hermano, y expresó su esperanza en que "con unidad, con necedad y con una dosis de valentía es posible lograr justicia, es posible incluso salvar vidas".

El Comité Manuel Guerrero, que trabajó intensamente durante estos meses, celebró su regreso con un mensaje de victoria y unidad: “Hoy sí podemos cantar victoria, hoy sí lo logramos, todas y todos, aquí, logramos”, concluyó Enrique Guerrero.

Edith Olivares, directora ejecutiva de Amnistía Internacional en México, también se pronunció al respecto, reiterando que "ser gay no es un delito, no debe ser un delito en ningún lugar del mundo, ni en México, ni en Europa ni en Qatar". Su apoyo fue clave en el proceso de liberación y en la defensa de los derechos de Guerrero.

Ahora, Manuel Guerrero se encuentra de vuelta en México, donde planea retomar su carrera en la industria de la aviación, en la que trabajaba en Qatar antes de su arresto.

Además, desea pasar tiempo con sus seres queridos para comenzar a sanar las heridas de esta injusta experiencia y seguir adelante con su vida. "Quiero cerrar este círculo y continuar adelante con mi vida", afirmó Guerrero.