Aunque no en la magnitud de lo que fue en Ucrania el año de 1986, en el país también se han registrado desastres relacionados con material radiactivo
Por: Marcela Islas
El 26 de abril es el Día Internacional de Recordación del Desastre de Chernóbil, fecha que rememora uno de los episodios más catastróficos de la historia moderna: la explosión en el reactor 4 de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, ubicada en el norte de Ucrania, entonces parte de la Unión Soviética.
Lo que comenzó aquella madrugada de 1986 con una serie de explosiones se convirtió en el desastre tecnológico más grave del siglo XX. Desde entonces, Chernóbil se ha convertido en un referente para todos los países en cuanto a los riesgos nucleares, incluido México, donde también se han registrado tres incidentes relacionados con material radiactivo.
3 DESASTRES NUCLEARES EN MÉXICO QUE SE RELACIONAN CON CHERNÓBIL
Aunque ninguno se compara en magnitud con la tragedia de Chernóbil, todos remiten a la necesidad de recordar que la radiación no conoce fronteras ni tiempos.
1. LA LECHE DE CONASUPO Y EL ECO DE LA NUBE RADIACTIVA
Dos años después de la catástrofe de Chernóbil, el 21 de enero de 1988, un grupo de intelectuales en México denunció públicamente la importación de leche en polvo contaminada, presuntamente adquirida por la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo).
La denuncia fue encabezada por el Grupo de los Cien, un movimiento impulsado por Homero Aridjis y Betty Ferber, e integrado por figuras como Octavio Paz, Elena Poniatowska, Juan Rulfo y Carlos Monsiváis.
Esta leche provenía de Irlanda, uno de los países afectados por la nube tóxica que recorrió Europa tras la explosión. Años más tarde, en 2007, investigadores de la UNAM confirmaron la presencia de cesio-137 (un isótopo radiactivo) en muestras de esa leche, demostrando el riesgo real que representaba su consumo.
2. COBALTO-60, EL "CHERNÓBIL MEXICANO"
Antes y después de Chernóbil, México vivió su propio desastre nuclear: el accidente con Cobalto-60 en Ciudad Juárez.
En 1983, una fuente de teleterapia médica fue vendida como chatarra. Al perforar su cápsula, liberaron el material radiactivo, contaminando varillas de construcción que se distribuyeron en México y Estados Unidos.
La contaminación fue detectada por casualidad en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México. Las investigaciones revelaron que más de 500 casas en 16 estados del territorio mexicano fueron construidas con varillas radiactivas; al menos 814 inmuebles tuvieron que ser demolidos parcial o totalmente.
Este evento, aún antes de Chernóbil, dejó una profunda marca en México, conocido hoy como el "Chernóbil mexicano".
3. EL COBALTO-60 OTRA VEZ: EL ROBO EN 2013
En diciembre de 2013, la historia volvió a estremecer al país. Un vehículo que transportaba una fuente de Cobalto-60 fue robado en Hidalgo. El cabezal de la unidad de teleterapia fue desarmado en un depósito de chatarra, y un campesino, al manipular el material sin saberlo, quedó expuesto a altos niveles de radiación.
Tras días de intensa búsqueda, la fuente fue localizada y asegurada, pero 59 personas estuvieron en riesgo de exposición, y al menos 10 de ellas presentaron síntomas de síndrome de irradiación aguda.
Al igual que en Chernóbil, donde se construyó el enorme "Nuevo Sarcófago Seguro" para contener la radiación, en México también se desplegaron estrategias de contención. No obstante, como demuestra la historia, las consecuencias de la radiación pueden perdurar décadas o incluso siglos.