Estos pequeños pedazos de tela son herramientas muy útiles para la limpieza; sin embargo, su uso constante acumula bacterias y gérmenes
Por: Marcela Islas
La cocina es el corazón de nuestro hogar, pero también puede ser un caldo de cultivo para bacterias y malos olores si no se mantiene limpia. Los trapos de cocina, a pesar de ser nuestros fieles aliados para amntener limpia el área, suelen acumular una cantidad inimaginable de bacterias.
Los trapos de cocina son una herramienta infalible en la cocina, pero con el uso constante acumulan bacterias y olores desagradables al estar en contacto constante con alimentos y superficies. Desinfectarlos regularmente es esencial para mantener una buena higiene en la cocina y evitar la propagación de gérmenes.
CONSEJOS
Con estos trucos podrás devolverles la frescura y la higiene que necesitan:
- Vinagre blanco. Mezcla agua caliente con una taza de vinagre blanco y sumerge los trapos durante 30 minutos. El vinagre es un potente desinfectante y neutralizador de olores.
- Bicarbonato de sodio. Añade una taza a tu lavadora junto con el detergente, ya que es un excelente desodorante y ablandador de telas. Para las manchas difíciles, haz una pasta mezclándolo con agua y frótala en la zona afectada.
- Limón. Remoja los trapos en agua caliente con jugo de limón durante una hora. El ácido cítrico del limón elimina las bacterias y deja un aroma cítrico delicioso.
- Agua oxigenada. Mézclala con bicarbonato de sodio y agua y sumerge los trapos durante 30 minutos. El peróxido de hidrógeno es un potente desinfectante que elimina bacterias y hongos.
Asimismo, te recomendamos tomar en cuenta lo siguiente para mejorar la limpieza de tus trapos de cocina:
- Lava los trapos con frecuencia: No esperes a que estén muy sucios para lavarlos.
- Utiliza agua caliente: El agua caliente ayuda a eliminar mejor las bacterias y los olores.
- Seca los trapos al sol: El sol tiene propiedades desinfectantes naturales.
- Renueva tus trapos regularmente: Los trapos muy desgastados pueden ser más difíciles de limpiar y acumular más bacterias.
Recuerda que si no se limpian adecuadamente, pueden contaminar otros utensilios y alimentos, poniendo en riesgo nuestra salud. Además, los malos olores pueden hacer que cocinar sea una experiencia desagradable.