Por: Eduardo Sánchez
Preso en el Reclusorio Norte, Duarte insistió en que él y su esposa Karime Macías son víctimas de “persecución política” y denunció que, en su momento, la entonces Procuraduría General de la República lo obligó a aceptar los delitos de los que se le acusaba.
“Tenía una pistola en la cabeza (…) si no aceptaba, me ponían una condena de 25 años de prisión”, añadió.
Consideró que el mandatario es respetuoso de las instituciones. “No veo riesgo de que México se convierta en Venezuela”, dijo Duarte.
Sentenciado a nueve años de prisión y a una multa por 58 mil 890 pesos luego de declararse culpable de lavado de dinero y asociación delictuosa, Duarte defendió a Karime Macías. Contra ella existe una solicitud de extradición por la presunción de que participó en el desfalco al erario veracruzano cometido durante el gobierno de su esposo.
Duarte calificó de infundadas las acusaciones y alegó que Macías nunca fue funcionaria pública sino que sólo tuvo el cargo honorario de primera dama.
El martes, Duarte envió al noticiero nocturno de Ciro Gómez Leyva en Imagen Televisión una carta en la que afirma que el estilo de vida de su familia en Reino Unido es “totalmente austero y transparente”; asegura que hacen uso del transporte público y comen diariamente en la casa los alimentos que Karime cocina.
Su mayor lujo, según Duarte, es salir los domingos de paseo a un parque público cuando el clima lo permite.
Asimismo desglosa los gastos mensuales de su familia en Gran Bretaña así: 80 mil pesos por renta de departamento, 50 mil pesos por colegiatura, y los restantes 50 mil por gastos varios (alimentos, vestidos, atención médica, transporte).
Duarte aseguró que puede darle ese dinero a su familia producto gracias a los “legales y legítimos ahorros que tengo, producto de mi sueldo después de varios años de trabajo ininterrumpido y al apoyo que hemos tenido de nuestros más cercanos familiares y de algunos entrañables amigos”.