La propuesta de la diputada Chávez busca adaptar la legislación laboral a las nuevas realidades del entorno de trabajo
Por: Araceli Rodríguez
La diputada Macarena Chávez Flores, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), presentó una propuesta que podría marcar un cambio en la protección laboral en México.
La iniciativa, actualmente en revisión por la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados, busca adicionar los artículos 476-Bis, 476-Ter y 487 a la Ley Federal del Trabajo para clasificar el estrés laboral como una enfermedad de trabajo.
El estrés laboral emerge como un fenómeno creciente que afecta no solo el bienestar físico, sino también el psicológico de los trabajadores. Según el documento de la propuesta, el impacto cada vez es mayor en la salud de los empleados debido a las cambiantes demandas en el entorno laboral.
“Anteriormente, los trabajos, en su mayoría, demandaban por lo general, solo fuerza muscular, pero actualmente requieren de un esfuerzo mental y, además, de un desgaste emocional; esto, aunado al considerable incremento en el ritmo de trabajo, pues un número menor de trabajadores deben alcanzar los mismos o incluso mayores resultados”, explicó la diputada Chávez. Además, el ritmo acelerado del trabajo, con menos personal encargado de alcanzar mayores resultados, ha exacerbado este problema.
La reforma propuesta tiene como objetivo principal brindar una mayor protección a aquellos trabajadores cuyo malestar no puede ser identificado claramente mediante las enfermedades descritas en la tabla oficial.
Esta falta de identificación puede llevar a tratamientos ineficaces y a una saturación innecesaria del sistema jurídico con demandas laborales. “La propuesta busca evitar problemas legales y mejorar la protección y seguridad social de los trabajadores”, subrayó Chávez Flores.
La iniciativa establece que los trabajadores afectados por estrés laboral tendrían derecho no solo a atención médica, sino también a asistencia psicológica y psiquiátrica. Esta extensión de la cobertura busca asegurar que los tratamientos ofrecidos sean más holísticos y efectivos para aquellos que sufren de estrés crónico relacionado con su trabajo.
Para que el estrés laboral sea reconocido oficialmente como una enfermedad de trabajo, la iniciativa requiere que se presenten dos dictámenes médicos continuos y positivos que corroboren la incapacidad del trabajador debido al estrés.
Estos dictámenes deben ser consistentes y no presentar contradicciones significativas en el diagnóstico. En caso de discrepancias entre los dictámenes, el paciente tendría el derecho a una reevaluación. Además, se establece que cualquier falta de ética médica en el proceso será sancionada de acuerdo con las leyes vigentes.