Expendios Bimbo cuentan con descuentos significativos, pero ¿qué tan buenos son?

Si bien estos productos pueden ser seguros para el consumo, la experiencia de sabor y textura puede verse comprometida

Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz

En tiempos de inflación y presupuestos ajustados, los mexicanos buscan cada vez más opciones para ahorrar en la despensa. Los expendios Bimbo, con sus descuentos que pueden llegar hasta el 70 por ciento, se han convertido en una alternativa atractiva. Sin embargo, detrás de estos bajos precios se esconde una realidad que vale la pena conocer.

Un reciente video del youtuber "Un Peso de Salsa" ha destapado algunas características de estos establecimientos, confirmando que los productos que ahí se venden suelen presentar defectos como malformaciones, empaques dañados o estar próximos a su fecha de caducidad.

Si bien estos productos pueden ser seguros para el consumo, la experiencia de sabor y textura puede verse comprometida.

¿QUÉ HAY DETRÁS DE LOS PRECIOS BAJOS?

Los expendios Bimbo son puntos de venta autorizados que comercializan productos de la marca que, por diversas razones, no cumplen con los estándares de calidad requeridos para ser vendidos en supermercados o tiendas de conveniencia. Esto significa que los consumidores pueden encontrar donas más duras o rebanadas de pan quebradizas.

La decisión de comprar en un expendio Bimbo es una elección personal que debe sopesarse cuidadosamente. Si el ahorro es una prioridad y se está dispuesto a sacrificar un poco de calidad, estos establecimientos pueden ser una opción viable. 

Sin embargo, es fundamental revisar minuciosamente cada producto antes de llevarlo a casa y estar consciente de que pueden presentar defectos estéticos o de sabor.

RECOMENDACIONES PARA LOS CONSUMIDORES:

Revisa las fechas de caducidad: Este es el primer paso para asegurar que el producto esté en condiciones óptimas para el consumo.

  • Inspecciona el empaque: Busca cualquier daño o deformación que pueda indicar un problema con el producto.
  • Compara precios y calidad: No te dejes llevar únicamente por el precio. Evalúa si la diferencia en el costo justifica una posible disminución en la calidad.
  • Prioriza productos no perecederos: Opta por productos enlatados o envasados que tengan una vida útil más larga.