No cabe duda que uno de los rasgos más distintivos del "mejor amigo" del hombre es su poderoso olfato que es muy superior al del humano
Por: Luis Valenzuela
Cuando hablamos de perros, no podemos dejar de resaltar las características únicas que los convierten en animales extraordinarios y en compañeros leales para los seres humanos; estos animales, que han sido domesticados a lo largo de la historia, se han convertido en una elección primordial al momento de decidir tener una mascota en el hogar.
Los perros, considerados como los mejores amigos del hombre, destacan por su incondicionalidad y la manera en que expresan afecto hacia sus dueños, y uno de sus rasgos más distintivos es su agudo sentido del olfato, con más de 220 mil receptores olfativos, según estudios de expertos.
Este sentido del olfato, notablemente superior al de los humanos, les permite percibir olores a distancias sorprendentes, convirtiéndolo en un instrumento crucial para su comunicación y comprensión del entorno que los rodea.
Dado este agudo sentido del olfato, es crucial reconocer que nuestros compañeros peludos pueden enfrentarse a situaciones desagradables debido a olores que les resultan molestos, por ello, es recomendable evitar exponer a los perros a aromas que puedan perturbar su bienestar.
Estudios revelan que existen al menos siete olores que los perros suelen detestar, y tener conocimiento sobre esto puede ayudar a mantener a nuestras mascotas más felices.
OLORES QUE LOS PERROS DETESTAN
Entre estos olores, se encuentran las especias molidas, como la pimienta, la canela y la nuez moscada, que resultan desagradables para su sensible olfato; además, el olor a vinagre y a cítricos también figura en la lista de olores que los perros prefieren evitar.
Asimismo, las bebidas alcohólicas con alto contenido de alcohol también se suman a esta lista, ya que irritan sus fosas nasales; y no menos importantes son el esmalte para uñas y los perfumes, cuyos olores pueden resultar molestos para nuestros fieles amigos.
Incluso los productos de limpieza, aunque necesarios en nuestros hogares, pueden causar irritación tanto en las fosas nasales como en el esófago de los perros, generando molestias adicionales.
Al comprender que estos olores desagradan a los perros, podemos adoptar medidas para minimizar su exposición a ellos y garantizar una convivencia armoniosa con nuestras queridas mascotas; conociendo y respetando sus sensibilidades, fortalecemos el vínculo entre humanos y perros, consolidando la relación especial que compartimos con estos fieles compañeros.