Esta resina es una "mina de oro" del desierto de Sonora. ¡Te la presentamos!

Por sus múltiples usos y beneficios, es muy apreciada en tanto en la industria alimenticia, como en la medicina tradicional

Por: Edel Osuna

Además de su impresionante belleza, con sus majestuosas noches de cielo estrellado, el desierto de Sonora, además de turismo, cuenta con una "mina de oro" procedente de un árbol endémico de México: el mezquite.

Y es que de esta maravillosa planta se extrae una resina que es muy apreciada tanto en la industria alimenticia, como en la medicina tradicional: la chúcata.

La chúcata de mezquite, también como goma de mezquite, es una resina sumamente valorada en los pueblos originarios del noroeste del territorio mexicano, como yaquis y comca´ac, así como del suroeste de Estados Unidos, entre los que están los pápago y pima, quienes desde tiempos precolombinos y antes de la llegada de los españoles en 1492, descubrieron sus propiedades.

Se extrae del árbol de mezquite (Prosopis juliflora), y se genera a raíz de una respuesta natural de la planta al estrés provocada por diversos detonantes, como insectos, sequía y calor extremo. A este proceso se le denominada gomosis, la cual permite que el árbol se proteja de la pérdida de agua y la presencia de patógenos.

Desde que sale del tronco, la resina de chúcata es pegajosa y semisólida, pero al secarse se endurece y adquiere tonalidades que van del amarillo claro, al ámbar oscuro o el café.

Por otra parte, en las regiones desérticas es tomada como una golosina natural, y puede aplicarse desde la industria alimenticia, hasta en la medicina tradicional.

LA CHÚCATA EN LA INDUSTRIA ALIMENTICIA

La chúcata empezó a usarse para la elaboración de alimentos en pequeñas industrias del suroeste de Estados Unidos y el norte de México; entre sus utilidades están:

  • Estabilizante y emulsificante: investigaciones demuestran que la resina o goma de mezquite mejora la textura y estabilidad de salsa y aderezos.
  • Recubrimientos comestibles: encapsula aceites esenciales, además de que prolonga la frescura de frutas.
  • Panadería: al incorporar la chúcata en cantidades pequeñas, mejora textura, sabor y frescura del pan, extendiendo su vida útil.

Sin embargo, aunque su uso industrial es escaso, su potencial es significativo, en especial para quienes buscan alternativas sostenibles y naturales.

EN MEDICINA TRADICIONAL

La resina o goma de chúcata tiene un papel importante en la medicina tradicional, y pese a que sus beneficios no están completamente respaldados por la ciencia, el colectivo popular destaca:

  • Cuidado de heridas: funge como desinfectante natural en raspones y cortes.
  • Remedio para el dolor de garganta: al diluirse en agua, es empleada para hacer gárgaras.
  • Problemas digestivos: ingerida antes de cada comida, alivia gastritis y protege el estómago de úlceras.
  • Dolores de cabeza: alivia las molestias; se aplicaba externamente en sienes o se tomaba en una bebida calmante.
  • Salud dental: al masticar la resina se fortalecen los dientes, además de eliminar restos de alimentos, volviéndolo en sustituto natural del cuidado bucal moderno.
  • También se empleaba para eliminar piojos; posiblemente la chúcata se aplicaba diluida en el cuero cabelludo.
  • Por otra parte, los pueblos originarios combinaron la chúcata con arcilla de río para cuidar el cabello, pues actuaba como tinte natural, champú y acondicionador.
  • En la alfarería, se hervía para crear un pigmento negro que decoraba piezas de cerámica, mostrando el ingenio en el uso de los recursos locales.

Aunque la chúcata, resina o goma de mezquite fascinó a los pueblos originarios, que supieron aprovechar sus propiedades; sin embargo, la modernidad los alcanzó y ahora su uso ha bajado, pero su versatilidad y riqueza cultural merecen redescubrirse y preservarse.