De acuerdo a un estudio realizado por expertos a 254 playas, se dieron a conocer 6 que se consideran como no aptas para meterse a bañar
Por: Luis Flores
Cada vez están más cerca las vacaciones de Semana Santa, y si quieres ir a la playa, debes de tomar en cuenta algunos aspectos, ya que se pone en juego la salud de todos los turistas. A través de un estudio de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) se dieron a conocer seis playas que no son aptas para nadar, una de ellas muy cerca de Sonora.
Es importante destacar que el estudio fue realizado a finales de 2023, en donde se analizaron dos mil 47 muestras de agua de 254 playas de mayor afluencia pública de los principales destinos turísticos del país.
Estas pruebas arrojaron como resultado que 248 playas son aptas para uso recreativo, mientras que las siguientes playas se consideran como no aptas para nadar, debido a que rebasaron los criterios de calidad establecidos.
PLAYAS NO APTAS PARA VISITAR
- Sinaloa: playa Olas Altas en Mazatlán.
- Baja California: playa Rosarito I en Rosarito y playa Tijuana en Tijuana.
- Chiapas: playas Linda y Escolleras en Tapachula.
- Tabasco: playa El Bosque en Centla.
Cabe señalar que de las 289 playas incluidas en el Programa de Vigilancia de Agua de Mar para Uso Recreativo para el año 2023, no fueron muestreadas:
- 27 playas ubicadas en el estado de Guerrero debido a la reciente afectación del Huracán "Otis".
- 6 playas del destino turístico San Andrés Tuxtla en Veracruz, por las condiciones meteorológicas adversas presentadas en las últimas semanas.
Por lo que se desconocen las condiciones de calidad del agua en las que se encuentran esas playas.
Por otro lado, las playas Pacífica y Hermosa en Ensenada, Baja California, no fueron muestreadas ya que no son aptas para uso recreativo debido a que actualmente están recibiendo agua sin tratamiento por los trabajos de rehabilitación de la planta de tratamiento.
¿QUÉ ES ENTEROCOCCUS FAECALIS?
Enterococcus faecalis es una bacteria Gram-positiva comensal, que habita el tracto gastrointestinal de humanos y otros mamíferos.
Si las personas entran en contacto con este microorganismo que se encuentra en algunas playas, están propensos a presentar fiebre, diarrea, dolor intestinal, dolor de oído, vómito, dolor de cabeza, irritación en los ojos o piel. Y en casos graves, puede provocar enfermedades urinarias e intraabdominales, así como endocarditis.