Nuevos estudios sugieren que la sensación de calma de vivir cerca de la playa no es simplemente una coincidencia
Por: Jhoanna Ontiveros Peraza
En la búsqueda de bienestar y tranquilidad, muchos encuentran refugio en las playas durante la temporada vacacional. Sin embargo, nuevos estudios sugieren que esta sensación de calma no es simplemente una coincidencia, sino que vivir cerca del mar puede tener beneficios reales para la felicidad y la salud mental.
En un reciente estudio realizado por la Universidad de Michigan, en colaboración con la Universidad de Nueva Zelanda, revela las razones de por qué vivir cerca del mar podría ser la clave para una mejor salud mental.
¿QUÉ SE EVALUÓ EN EL ESTUDIO?
El estudio analizó datos topográficos y la visibilidad del mar en comparación con los espacios verdes en ciudades y bosques en una zona específica de Nueva Zelanda, cercana a áreas marítimas. En el área de estudio, que se encuentra entre el mar de Tasmania y el Océano Pacífico, se evaluaron los niveles de estrés y angustia de los residentes utilizando la escala de Kessler.
La investigación, liderada por la profesora Amber L. Pearson, se centró en analizar la relación entre la visibilidad del agua y los niveles de estrés en las personas. Los resultados fueron sorprendentes: aquellos que contaban con una vista al mar mostraban niveles significativamente más bajos de angustia psicológica en comparación con quienes vivían en zonas urbanas o rodeados de espacios verdes.
¿POR QUÉ LAS PERSONAS QUE VIVEN CERCA DEL MAR SON MÁS FELICES?
De acuerdo con la investigación, la presencia constante de vistas al mar está estrechamente relacionada con una mayor salud mental. Amber L. Pearson, profesora asistente de Geografía de la Salud y miembro destacado de la red de Ciencias del Agua, explica que "el aumento de las vistas del espacio azul se asocia significativamente con niveles más bajos de angustia psicológica; sin embargo, no encontramos el mismo efecto en los espacios verdes."
Este hallazgo sugiere que el contacto visual con el mar tiene un efecto calmante en nuestra mente, reduciendo el estrés y la ansiedad.
Los resultados obtenidos respaldan la idea de que la cercanía al océano tiene un impacto positivo en el bienestar emocional, ya que mostraron niveles significativamente menores de estrés y angustia en comparación con los que viven en zonas urbanas sin acceso visual al mar.
Esto sugiere que la simple presencia de vistas al mar puede desempeñar un papel crucial en la mejora de la salud mental y la tranquilidad.
En un mundo cada vez más acelerado y estresante, la posibilidad de vivir cerca del mar se convierte en un privilegio que va más allá del simple placer de disfrutar de una playa. La ciencia nos demuestra que el contacto con el océano puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental y bienestar general.