Los vehículos siempre van a necesitar atención en cada uno de sus componentes, por eso es importante revisarlo constantemente
Por: Luis Flores
El automóvil siempre va a necesitar atención en cada uno de sus componentes, pero hay algunas piezas que requieren la revisión de un especialista para garantizar su funcionamiento. Tal es el caso de las llantas.
Se cree que las llantas únicamente están expuestas a sufrir ponchaduras. Sin embargo, hay más aspectos que debemos evaluar en ellas, incluyendo la presión tanto en las traseras como en las delanteras.
¿QUÉ PRESIÓN NECESITAN LAS LLANTAS TRASERAS?
Siempre es recomendable que revises tus llantas en las mañanas, ya que los cambios de temperatura pueden afectar la presión. Por ejemplo, el calor hace que los neumáticos aumenten su volumen.
Si tu vehículo cuenta con Sistema de Control de la Presión de los Neumáticos (TPMS) es importante que prestes atención cuando el sensor se activa porque nos indica que es momento de checarlas.
Por lo regular, las llantas traseras se inflan con 32 PSI (libras por pulgada cuadrada), ya que los vehículos de uso cotidiano no cargan tanto peso en la parte de atrás.
No obstante, hay automóviles (como los camiones o remolques) que necesitan soportar mayores cargas. En este caso, será necesario calibrar tanto las llantas traseras como las delanteras para conseguir estabilidad sobre el asfalto.
¿QUÉ ES LA CALIBRACIÓN DE LAS LLANTAS?
De acuerdo con Bridgestone, se entiende por calibrado de llantas a la presión correcta en que deben inflarse. Este proceso de revisión lo puedes hacer tú mismo con ayuda de un calibrador o en una llantera.
El nivel de aire para tus neumáticos se indica en la cara lateral de dicha pieza o en la calcomanía ubicada sobre la puerta del conductor. Otro consejo para encontrarlo es revisar el manual de usuario.
¿QUÉ PASA SI LA PRESIÓN DE LAS LLANTAS ES BAJA?
Las llantas con una presión baja pueden traer efectos negativos durante la conducción, indica la tienda española Oponeo. Entre las consecuencias podemos mencionar:
- Reducción en la capacidad de frenado.
- Aumento en el gasto de gasolina.
- El rin podría cortar la llanta y dejarla inservible.
- Mayor probabilidad de derrapes en caminos mojados.
- Desgaste irregular de las llantas traseras y delanteras.