La muerte de una adolescente luego de que se le practicara un aumento de busto, motivó a la senadora Gina Campuzano a lanzar la propuesta
Por: Edel Osuna
A raíz de lo ocurrido con la menor de 14 años, Paloma Nicole, quien falleció días después de una cirugía estética que le practicó su padrastro con el consentimiento de su madre, pero no de su padre, el 30 de septiembre, en el Senado de la República, fue presentada por la legisladora Gina Campuzano González.
El fallecimiento de la adolescente evidenció que había vacíos en la ley actual, así como la falta de supervisión tanto médica, como hospitalaria.
El proyecto de ley se le conoce como "Ley Nicole", la cual busca prohibir la práctica de cirugías estéticas en menores de edad, así como crear candados legales y clínicos para proteger a niñas, niños y adolescentes.
En otras palabras, la "Ley Nicole" prohíbe tajantemente toda cirugía estética en menores de edad, pero estarán permitidas, siempre y cuando se trate de procedimientos específicos.
Entre estos están: salud, malformaciones, accidentes, quemaduras u otras patologías, las cuales se harán bajo estricto control médico y hospitalario.
LOS MOTIVOS PARA LA "LEY NICOLE"
Durante su disertación, la senadora Campuzano dejó en claro que ningún consentimiento de adultos puede permitir lo que la ley prohíbe, y dejó en claro que la medicina debe volver a ser cuidado y no negocio
Asimismo, subrayó que la niñez no puede estar sometida a las presiones sociales, mucho menos al bisturí, la cual tiene una motivación por la inseguridad.
Sostuvo que la iniciativa no se trata de un eslogan, sino de un freno a la imprudencia, la presión estética y el lucro sin escrúpulos; a la vez, pidió que el nombre de Nicole no sea un "hashtag pasajero", sino punto de sin retorno en defensa de los derechos de la infancia.
El mensaje que el Senado envía con la propuesta de reforma, a hospitales, clínicas y plataformas, es que los cuerpos de niñas y niños no son un negocio.
Condiciones obligatorias que precisa la iniciativa:
- Diagnóstico médico plenamente fundado y objetivos de reconstrucción claros
- Estudio sicológico que confirme necesidad y madurez del paciente
- Segunda opinión médica y lapso de reflexión en procedimientos no urgentes
- Consentimiento informado y firmado por padres o tutores sin conflictos de interés