Este simpático personaje, que ha conquistado a grandes y pequeños, llega a las casas para despertar la imaginación y creatividad de los padres
Por: César Omar Leyva
Cada vez que diciembre se asoma, la magia de la Navidad envuelve a miles de hogares en México y el mundo. Entre las diversas costumbres que hacen especial esta temporada, una que ha cobrado fuerza en los últimos años es la del elfo travieso.
Este simpático personaje, que ha conquistado a grandes y pequeños, llega a las casas para despertar la imaginación y creatividad de los padres, quienes se convierten en cómplices de sus divertidas travesuras.
¿DE DÓNDE VIENE LA TRADICIÓN DEL ELFO TRAVIESO?
El concepto del elfo travieso tiene sus raíces en las leyendas escandinavas, donde estas criaturas mitológicas se asociaban con la naturaleza. Sin embargo, fue en 2005 cuando la escritora Carol Aebersold y su hija Chanda Bell popularizaron la tradición en Estados Unidos con el libro "The Elf on the Shelf: A Christmas Tradition."
En él, los elfos se presentan como pequeños vigilantes que, observan el comportamiento de los niños en los días previos a la Navidad, informando a Papá Noel sobre si han sido buenos o malos. Esta historia se convirtió en un fenómeno global, dando paso a una amplia gama de productos, siendo los muñecos de elfos los más populares.
REGLAS Y TRAVESURAS DEL ELFO TRAVIESO
La magia del elfo travieso radica en su capacidad para sorprender a los niños cada mañana. Los padres deben colocar al muñeco en diferentes lugares del hogar, siempre después de darle un nombre, ya que es en ese momento cuando el elfo cobra vida.
Sin embargo, hay reglas importantes: los niños no deben tocar al elfo, pues perdería su poder. A lo largo del mes, los elfos hacen de las suyas, desde esconder dulces hasta dejar mensajes divertidos, siempre incentivando la buena conducta de los pequeños.
¿POR QUÉ SE HA VUELTO TAN POPULAR EN MÉXICO?
La tradición del elfo travieso ha ganado terreno en México, especialmente en los últimos años. Cada vez es más común ver en redes sociales las creativas publicaciones de padres mostrando las travesuras de los elfos en sus hogares.
Esto ha motivado a muchas familias a incorporar esta costumbre, que no solo fomenta la convivencia familiar, sino que también mantiene viva la ilusión navideña en los niños. Además, al ser una actividad que involucra a todos, se ha convertido en una forma entretenida y educativa de esperar la Navidad, reforzando valores como el trabajo en equipo y el comportamiento responsable.