La tradición mexicana dice que los espíritus de los difuntos visitan los altares para alimentarse de la comida y bebida que se coloca en estas fechas
Por: Marcela Islas
La ofrenda del Día de Muertos es una tradición mexicana llena de simbolismo y color, donde se honra a los seres queridos que ya no están con nosotros; y una parte fundamental de esta celebración son los alimentos que se colocan en el altar, los cuales varían según las regiones y las costumbres familiares.
Después de las emotivas celebraciones del Día de Muertos, muchas familias se preguntan qué hacer con los alimentos que colocaron en sus altares. La tradición y la ciencia ofrecen distintas perspectivas sobre este tema.
¿QUÉ DICE LA TRADICIÓN?
Según la tradición mexicana, al colocar una ofrenda, los familiares ofrecen comida y bebida a sus seres queridos fallecidos como un gesto de amor y respeto. Se cree que los espíritus de los difuntos visitan los altares durante estas fechas y se alimentan de las ofrendas.
Desde el punto de vista científico, los alimentos expuestos al aire libre durante varios días sufren un proceso de oxidación que altera su sabor, textura y valor nutricional. La exposición a bacterias y otros microorganismos también puede contaminar los alimentos, representando un riesgo para la salud si se consumen.
Por esta razón, muchos consideran que la comida ya no es apta para el consumo humano después de la celebración.
¿QUÉ PUEDO HACER CON LA COMIDA DE LA OFRENDA?
Considerando tanto la tradición como la ciencia, se recomienda lo siguiente:
No consumir los alimentos: Por respeto a la tradición y por motivos de seguridad alimentaria, se sugiere evitar el consumo de los alimentos de la ofrenda.
Desechar los alimentos: Una vez finalizada la celebración, los alimentos pueden desecharse de manera adecuada, evitando contaminar el medio ambiente.
Darle un nuevo uso: Algunos elementos de la ofrenda, como la flor de cempasúchil, pueden reutilizarse para otros fines, como abono o como colorante natural.