Cada elemento de la ofrenda tiene un significado profundo, por lo que es fundamental incluir ciertos objetos; aquí te mencionamos cuáles son
Por: César Omar Leyva
El Día de Muertos es una de las festividades más importantes en México, celebrada el 1 y 2 de noviembre (día oficial), cuando se cree que las almas de los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos. Durante estos días, las familias montan ofrendas en memoria de quienes han partido, uniendo tradiciones prehispánicas y cristianas en un ritual lleno de simbolismo.
La investigadora Lucía Sánchez de Bustamante, coordinadora de museos arqueológicos del Centro Cultural Universitario de Tlatelolco de la UNAM, explica que cada elemento de la ofrenda tiene un significado profundo, por lo que es fundamental incluir ciertos objetos para honrar adecuadamente a los difuntos y mantener viva esta tradición ancestral.
ELEMENTOS IMPRESCINDIBLES EN EL ALTAR DE DÍA DE MUERTOS
1. Veladoras: Simbolizan la luz que ilumina el camino de las almas para guiarlas de regreso a sus hogares.
2. Flores de cempasúchil: Con su color brillante y fragancia, marcan el sendero para que las almas lleguen a la ofrenda.
3. Incienso o copal: Sirve para purificar el ambiente y alejar los malos espíritus, permitiendo a las almas entrar sin peligro.
4. Sal: Protege a las almas de la corrupción durante su estancia en el mundo de los vivos.
5. Agua: Ofrecida para calmar la sed de las almas y darles fuerza para el viaje de retorno.
6. Papel picado: Este elemento decorativo representa la fragilidad de la vida y el viento, aportando colorido y simbolismo a la ofrenda.
7. Comida: Se colocan los platillos favoritos del difunto, para recordarlo y darle la bienvenida a través de los sabores que disfrutaba en vida.
8. Pan de muerto: Este pan tradicional simboliza los huesos del fallecido, y es un elemento clave en la ofrenda.
9. Calaveritas: Hechas de azúcar o chocolate, representan la omnipresencia de la muerte de una manera festiva.
10. Fotografía del difunto: Para honrar y recordar al ser querido, su imagen es un elemento central de la ofrenda.
Cada uno de estos elementos tiene un significado especial y contribuye a crear un espacio simbólico de encuentro con los difuntos. La ofrenda es un acto de amor y memoria, en el que la familia se conecta con las almas de sus seres queridos, celebrando su vida y manteniéndolos presentes a través de esta tradición única en el mundo.