Día de Muertos: ¿Cuándo se pone el altar y qué elementos debe llevar?

Con esta celebración mexicana única se nos invita a reflexionar sobre la vida, la muerte y la importancia de mantener vivas las tradiciones

Por: Marcela Islas

El Día de Muertos es una celebración ancestral mexicana que honra a quienes ya no están con nosotros. Una de las tradiciones más hermosas y representativas de esta festividad es la construcción de altares, ofrendas elaboradas con gran cariño y respeto para recibir a las almas de nuestros seres queridos.

La construcción de un altar de muertos es mucho más que una simple decoración. Es un acto de amor, respeto y conexión con nuestros ancestros, pues al crear un espacio sagrado, honramos la memoria de nuestros seres queridos y reafirmamos nuestra identidad cultural.

¿CUÁNDO SE COLOCA EL ALTAR DE MUERTOS?

Realmente no existe una fecha exacta, aunque muchas familias inician la preparación de su altar desde finales de octubre, es común que se coloque de manera definitiva a partir del 28 de octubre, esto debido a la creencia de que en esta fecha llegan las almas de quienes murieron de forma violenta o trágica.

Sin embargo, entre el 30 y 31 de octubre también existe la creencia que, durante este periodo, llegan las almas de los niños que no fueron bautizados. Incluso muchos hogares suelen colocarlo la noche del 1 de noviembre, cuando se conmemora a Todos los Santos y previo al Día de los Fieles Difuntos.

¿CÓMO SE FORMA UN ALTAR DE MUERTOS?

Un altar de muertos es un microcosmos que representa el viaje del espíritu hacia el más allá y cada elemento tiene un significado profundo que contribuye a crear un ambiente acogedor para las almas. Algunos de los elementos que no pueden faltar son:

  • Foto del difunto. Es el centro de atención del altar, ya que la imagen del ser querido nos conecta visualmente con su recuerdo y le da un rostro a la ofrenda.
  • Velas. La luz simboliza la guía y el camino que ilumina el regreso de las almas. Además, se cree que el fuego purifica y aleja a los malos espíritus.
  • Flores de cempasúchil. Con su intenso color amarillo y su aroma característico, estas flores guían a las almas hasta el altar y dice que su olor es tan fuerte que las ánimas las siguen desde el Mictlán, el inframundo en la cosmovisión mexica.
  • Calaveritas de azúcar. Representan la muerte de una manera dulce y festiva. Son una forma de recordar que la muerte es parte de la vida y que debemos celebrarla.
  • Pan de muerto. Este pan tradicional, adornado con huesos y esferas, simboliza la unión de los vivos y los muertos. Se cree que el aroma del pan de muerto atrae a las almas.
  • Comida y bebida. Se colocan los alimentos y bebidas favoritas del difunto como una muestra de hospitalidad y para que el alma pueda disfrutar de sus platillos preferidos.
  • Agua. Es esencial para que las almas puedan calmar su sed después del largo viaje.
  • Sal. Se utiliza para purificar el alma y protegerla de las malas energías.
  • Papel picado. Adorna el altar con colores vivos y motivos festivos; representa la alegría de la vida y la celebración de la muerte.
  • Copal o incienso. Su humo se cree que purifica el ambiente y crea un vínculo entre los dos mundos.

El Día de Muertos es una celebración única que nos invita a reflexionar sobre la vida, la muerte y la importancia de mantener vivas las tradiciones. A través de los altares, honramos a quienes ya no están con nosotros y celebramos la continuidad de la vida.