Un análisis realizado por el Laboratorio Nacional de Protección ha desvelado los ingredientes que se esconden en estos cubos
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
El popular 'cubito' de pollo, un elemento básico en muchas cocinas mexicanas, ha sido objeto de escrutinio por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Aunque estos pequeños cubos son reconocidos por su practicidad y versatilidad para realzar el sabor de diversos platillos, desde sopas y guisos hasta arroces y pastas, su composición ha despertado inquietudes sobre su verdadero valor nutricional.
Un análisis exhaustivo realizado por el Laboratorio Nacional de Protección ha desvelado los ingredientes que se esconden tras la aparente simplicidad de estos cubos.
Además de la sal, que es evidente al probarlos, se ha descubierto que contienen polvo de pollo deshidratado, glutamato monosódico (un aditivo que intensifica el sabor pero que también aumenta el contenido de sodio y disminuye la sensación de saciedad), azúcar, grasas vegetales, colorantes artificiales que les dan ese característico tono amarillo, saborizantes artificiales que simulan el sabor del pollo, fécula de maíz, espesantes y aglutinantes para darles su consistencia sólida.
PRODUCTOS QUE NO CUMPLEN SEGÚN LA PROFECO
A pesar de su popularidad y su capacidad para transformar rápidamente el sabor de los alimentos, los cubos de caldo de pollo no son una fuente significativa de nutrientes. Una porción de 250 ml de caldo preparado aporta una cantidad mínima de proteínas (entre 0.19 y 0.69 gramos) y grasas (entre 0.16 y 0.55 gramos), que no necesariamente provienen del pollo.
La Profeco, en su compromiso con la protección de los consumidores, ha revelado que el 100 por ciento de los productos que se comercializan como "caldo de pollo" no cumplen con los estándares mínimos de proteína y grasa establecidos por la norma NMX-F-603-NORMEX-2003.
Esto significa que, aunque estos cubos pueden dar sabor a nuestros platillos, no contribuyen de manera significativa a una dieta equilibrada y saludable.
Ante esta situación, es importante que los consumidores tomen decisiones informadas sobre el uso de los cubos de caldo de pollo. La Profeco recomienda moderar su consumo, utilizándolos ocasionalmente y en pequeñas cantidades para evitar un exceso de sodio y aditivos en la dieta.
En su lugar, se sugiere priorizar el uso de ingredientes frescos y naturales para sazonar los alimentos, como hierbas aromáticas, especias, ajo, cebolla y otros vegetales, que no solo aportan sabor sino también nutrientes esenciales.
Además, es fundamental seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y no exceder los cinco gramos de sal al día. El consumo excesivo de sodio se ha relacionado con problemas de salud como hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y renales.