Hay numerosas formas eficientes y asequibles de hacer que tu casa sea más cálida y acogedora
Por: Brayam Chávez
Con la llegada de la estación invernal, es habitual sentir que el frío toma control de tu casa. Quizás durante el día, los rayos solares consigan calentar el entorno, pero al llegar la noche, la temperatura disminuye significativamente. Si resides en un inmueble de múltiples plantas, es probable que el frío sea un elemento constante, independientemente del momento.
La noticia positiva es que no es necesario invertir en sistemas de calefacción caros para mantener tu confort. Hay numerosas formas eficientes y asequibles de hacer que tu casa sea más cálida y acogedora.
ESTRATEGIAS PARA MANTENER TU CASA CALIENTITA
A pesar de que cada experto puede sugerir técnicas diferentes, te presento una serie de recomendaciones útiles para mantener el calor en tu casa durante las noches de frío:
- Instala cortinas térmicas en las ventanas.
Son lugares críticos donde se disipa el calor. Elige cortinas de gran grosor de materiales como terciopelo o lino que funcionen como bloqueadores térmicos durante el día. Durante el día, deja que el sol entre, pero al anochecer, verifica que se cierren correctamente para retener el calor acumulado.
- Coloca alfombras.
Los suelos fríos pueden representar un reto, particularmente si se fabrican en baldosas o madera. La colocación de alfombras no solo proporciona un detalle decorativo, sino que también contribuye a preservar la temperatura en el entorno al prevenir que el calor se disipe por el suelo.
- Optimiza la luz solar al máximo.
Si tu hogar se ilumina directamente durante el día, aprovecha. Conserva las ventanas abiertas para que el sol caliente las estancias. Xataka señala que al ocultarse, debes bajar las persianas y cerrar las cortinas para mantener la temperatura estable.
- Organiza tu espacio de decoración.
Los muros sin cubrir suelen enfriarse con rapidez. La colocación de cuadros, la instalación de estanterías o incluso la instalación de paneles decorativos puede disminuir las áreas frías y proporcionar un nivel extra de aislamiento.
- Concluye las zonas que no emplees.
Si tu casa cuenta con espacios que no utilizas habitualmente, debes mantenerlos cerrados para prevenir que el aire frío circule sin restricciones. Establecer áreas más reducidas y resguardadas contribuye a concentrar el calor.
- Sella las fisuras y rendijas.
Frecuentemente, el frío penetra a través de pequeñas aperturas en puertas, ventanas o muros. Examina tu casa y emplea burletes, masilla o cinta aislante para bloquear cualquier orificio por el que pueda infiltrarse el aire.
Con estas simples modificaciones, puedes convertir tu casa en un santuario cálido y confortable, incluso en las noches más frías de la estación invernal. ¡Despídete del frío sin drenar tu cartera!