Conoce el desierto blanco que antes era mar; se encuentra el norte del país

Descubre la maravilla natural conocida como las dunas de yeso, un verdadero paraíso localizado en México

Por: Luis Valenzuela

En las profundidades del pasado geológico de Coahuila, un territorio que alguna vez se sumergió en las aguas del antiguo Mar de Tetis, se esconde un tesoro natural que deja boquiabierto a quien tiene el privilegio de contemplarlo.

Las Dunas de Yeso en Cuatro Ciénegas, un espectáculo surrealista de 800 hectáreas, emergen como esculturas naturales moldeadas por el beso paciente de la erosión.

Este deslumbrante desierto de cristal blanco es un rincón único en México, una joya que compite con solo tres parajes similares en todo el planeta, localizados en Nuevo México, Texas y Túnez. Las dunas, testigos mudos de la evolución geológica, narran la historia de un Mar de Tetis que una vez abrazó estas tierras y que, al retirarse, dejó tras de sí lagunas efímeras cuyas aguas se evaporaron, revelando un tesoro de yeso que se convirtió en las imponentes dunas que conocemos hoy.

La composición de estas dunas es un fenómeno de la naturaleza en sí misma. El yeso, depositado durante millones de años, se presenta en forma de suave arena compuesta por sulfato de calcio, otorgándole su característico brillo. El toque especial lo aporta el silicio, un compañero químico que añade una textura tersa a este impresionante paisaje blanco.

Adentrarse en este escenario único es como caminar sobre la historia misma. Entre hondonadas y senderos, los visitantes tienen la oportunidad de descubrir pequeñas maravillas de la vida silvestre, desde conejos y lagartijas hasta especies endémicas que han hecho de Cuatro Ciénegas su hogar.

Más de 70 especies endémicas, como la fascinante tortuga bisagra, se albergan en este oasis natural, junto con correcaminos, ratones canguros y escorpiones que añaden un toque de misterio al ambiente.

En el corazón de las Dunas de Yeso se encuentra una de las creaciones más notables de la naturaleza: "El Castillo", este montículo de más de 12 metros de altura, con formas caprichosas que evocan la arquitectura de una fortaleza, se constituye como un ícono visual. Aunque ahora está protegido por cercas para preservar su esplendor, se convierte en un escenario perfecto para capturar la magia de las dunas en fotografías inolvidables.

Desde 1994, las Dunas de Yeso y su entorno han sido designados como Área de Protección de Flora y Fauna Cuatro Ciénegas, subrayando la importancia de preservar este tesoro natural.

Para sumergirse en esta experiencia única, es imprescindible contar con la guía de expertos locales, quienes no solo revelarán los secretos del lugar, sino que también garantizarán un viaje respetuoso con el entorno.

UBICACIÓN DE LAS DUNAS DE YESO

Ubicado a 18 km al suroeste de la Ciudad de Cuatro Ciénegas, este santuario natural espera a aquellos que buscan explorar las maravillas escondidas en las entrañas de la Tierra. Una visita a las Dunas de Yeso es más que un viaje; es un encuentro con la majestuosidad de la naturaleza y la crónica viva de un pasado que se revela en cada grano de su brillante arena.