Autoridades penitenciarias implementaron actividades especiales con el objetivo de humanizar la celebración y fortalecer los procesos de reinserción
Por: Brayam Chávez
La Navidad no se detiene tras los muros de una cárcel, pero se vive de una forma distinta. Para cientos de personas privadas de la libertad en Guanajuato, la Nochebuena llegó marcada por la nostalgia, la reflexión y algunos intentos por recrear el ambiente familiar que caracteriza a estas fechas. Autoridades penitenciarias implementaron actividades especiales con el objetivo de humanizar la celebración y fortalecer los procesos de reinserción social.
UNA NAVIDAD DIFERENTE TRAS LAS REJAS
Durante las festividades decembrinas, la Dirección General del Sistema Penitenciario de la Secretaría de Seguridad y Paz del estado puso en marcha un programa especial tanto en centros penitenciarios como en espacios de internamiento para adolescentes. Las acciones incluyeron cambios en la rutina diaria, dinámicas de convivencia y un menú tradicional, buscando ofrecer un entorno más cercano a las celebraciones que se viven fuera de prisión.
De acuerdo con información difundida por Milenio, estas medidas buscan atender la carga emocional que representa la Navidad para las personas privadas de la libertad, una época que suele intensificar sentimientos de ausencia, culpa y añoranza por la familia.
LA CENA DE NOCHEBUENA
Uno de los momentos más significativos fue la cena de Nochebuena. El menú habitual fue sustituido por platillos tradicionales que evocan las reuniones familiares. Las personas internas pudieron disfrutar de cerdo en salsa de naranja y chipotle, puré de papa con ejotes a la mantequilla y ensalada brasileña preparada con zanahoria rallada, crema, pasas y piña. La cena se complementó con ponche caliente y pan.
Según las autoridades, la intención fue recrear, en la medida de lo posible, la sensación de estar "como en casa", recordando que la alimentación también tiene un componente emocional importante en fechas como la Navidad.
AÑO NUEVO TAMBIÉN TENDRÁ CELEBRACIÓN
Las festividades no terminarán con la Nochebuena. El Sistema Penitenciario de Guanajuato confirmó que el menú de Año Nuevo ya fue aprobado. Para esa fecha, las personas privadas de la libertad cenarán lomo adobado, acompañado de guarnición de lechuga, papa y zanahoria. Además, se servirá pasta con crema, jamón y perejil, ensalada de manzana, ponche y pan.
Estas acciones forman parte de una estrategia más amplia para mantener condiciones de dignidad y fomentar la estabilidad emocional dentro de los centros penitenciarios.
CONVIVENCIA FAMILIAR PARA ADOLESCENTES EN INTERNAMIENTO
En el caso de los adolescentes que cumplen medidas privativas de la libertad, la Navidad tuvo un enfoque aún más centrado en la familia. La Dirección General de Reintegración Social para Adolescentes organizó una dinámica especial para los 41 jóvenes internados en los centros del estado.
Durante la jornada, madres, padres y otros familiares pudieron visitarlos, recibir cartas escritas por los propios adolescentes y participar en espacios de diálogo y reflexión. Estas actividades buscaron reforzar los lazos familiares, considerados clave para evitar la reincidencia y facilitar la reintegración social.
TESTIMONIOS QUE REFLEJAN ESPERANZA
Uno de los jóvenes participantes compartió cómo vivió la convivencia navideña.
"Me siento muy feliz de poder compartir estas fechas de Navidad con mi familia; ellos son muy importantes para mí, me motivan a seguir adelante y a ser mejor persona; pienso que estas fechas son para reflexionar y aprender de los errores", expresó.
Para las autoridades, este tipo de testimonios evidencian la importancia del acompañamiento familiar, especialmente en etapas de desarrollo donde el apoyo emocional puede marcar una diferencia significativa en el futuro de los adolescentes.
¿QUIÉNES PUEDEN ESTAR EN INTERNAMIENTO EN GUANAJUATO?
De acuerdo con la Ley del Sistema de Justicia para Adolescentes del Estado de Guanajuato, solo jóvenes de entre 14 y menos de 18 años pueden ser sujetos a medidas privativas de la libertad. Ese es el rango de edad de los 41 adolescentes que participaron en las actividades decembrinas.
La Navidad en prisión no borra las ausencias ni las consecuencias de los errores, pero para muchos representa una oportunidad para reflexionar, reconectar con la familia y mirar hacia un proceso de reinserción con un poco más de esperanza.