Por: Redacción
El informe “La Situación Inquilinaria en México en el contexto de la contingencia sanitaria por Covid-19”, elaborado por la organización Habitat International Coalition AL (HIC-AL) y el Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig), a nivel nacional, muestra que un 16% de los hogares de menores ingresos en el país son arrendamientos, pero que ese dato aumenta hasta el 49% en la Ciudad de México.
En el estudio se muestra que muchos mexicanos, especialmente los de menores ingresos, destinan un alto porcentaje de sus ingresos al pago del alquiler, un 44% en el caso de Ciudad de México. Los expertos en finanzas personales aconsejan no destinar más del 30% del salario a la renta, si bien lo ideal será un 25%.
En este proceso, agravado en gran parte por la pandemia del Covid-19, el sector más joven de la población y las mujeres son las que más se están viendo afectadas. A nivel nacional, el 34% de los hogares encabezados por hombres jóvenes pagan alquiler, mientras que ellas viven en régimen de renta en un 45% de los casos. En Ciudad de México los datos son incluso más extremos, pues cuatro de cada cinco mujeres que encabezan su hogar viven en este régimen.
Los datos muestran que el alquiler es un régimen habitacional cada vez más popular en todo México, así que, además de buscar facilidades para los inquilinos, hay que hacer algo similar con propietarios. Vemos a continuación algunas claves sobre cómo rentar una casa de forma segura.
¿Existe el inquilino ideal?
Esa es la gran pregunta que se hacen inmobiliarias y propietarios cuando se enfrentan a clientes potenciales. El modo de comprobarlo no existe con certidumbre al 100% pero hay datos que sí son muy relevantes, como conocer todos los datos del titular del contrato de alquiler: nóminas, declaraciones de impuestos, historial crediticio e información que pueda servir como garantía adicional para cumplir con el pago.
No obstante, a pesar de que mucha gente puede cumplir con esos requisitos, también hay personas que pueden dejar de pagar la renta por circunstancias variadas. El Covid-19 ha provocado una importante crisis económica, lo que puede llevar a mucha pérdida de empleo, y también hay auténticos profesionales que incumplen con sus obligaciones de pago. En esos casos, la contratación de un seguro para el cobro del alquiler puede ser una buena idea.
Cumplir con la normativa impuesta
Los portales inmobiliarios como Vivanuncios únicamente funcionan como intermediarios, pero en el caso de las agencias de bienes raíces estar al tanto de los plazos y las leyes que impone el mercado y las administraciones es importante, por ello cuentan con un amplio equipo jurídico y asesor encargado de tales cuestiones.
Esto es también una garantía para los inquilinos, que tienen la seguridad de que el propietario de la vivienda no va a intentar sacar partido de una situación comprometida por desconocimiento de la persona que renta la vivienda. Asimismo, no incluyas cláusulas abusivas pues se dan muchos casos en los que la justicia acaba dando la razón a los inquilinos por estar sometidos a situaciones de indefensión jurídica.
Contratos claros de arrendamiento
Las cláusulas abusivas pueden llevar a problemas judiciales y a una relación poco amigable entre arrendador y arrendatario. Mucha gente aprovecha la situación de indefensión o vulnerabilidad de los inquilinos para sacar partido de esa situación privilegiada como propietario.
Estas son malas artes en el negocio de los alquileres y en muchos casos son perseguidas. No suele ocurrir esto en agencias inmobiliarias, tanto de venta como de alquiler, pues cuentan con profesionales que conocen bien el apartado legal y jurídico, de modo que trabajan para defender los intereses de propietarios e inquilinos.
Desde el punto de vista del propietario es importante que realice un inventario de todo lo que ofrece con la renta, con el equipamiento, el mobiliario y los electrodomésticos, haciendo fotos y conservando documentos gráficos, para poder pedir responsabilidades en caso de que suceda algún desperfecto.
Las fianzas sirven para cubrir esos desperfectos, pero también son adecuados los seguros de responsabilidad civil que evitarán sustos en caso de problemas mayores. Finalmente, está la obligación de entregar la vivienda en condiciones óptimas de habitabilidad, con los suministros contratados y todo lo necesario para entrar a residir en ella.