Una de las tácticas más utilizadas por los estafadores es el “vishing”, que consiste en realizar llamadas telefónicas haciéndose pasar por un familiar
Por: César Omar Leyva
En la era digital, cada vez más adultos mayores se ven obligados a adaptarse a la tecnología para gestionar sus finanzas y comunicarse. Sin embargo, esta adaptación también los hace más vulnerables a los fraudes en línea, ya que los estafadores aprovechan su falta de familiaridad con las herramientas tecnológicas para engañarlos, informó la Condusef.
Al respecto también la Guardia Nacional (GN) ha emitido una serie de recomendaciones para proteger a los adultos mayores de estos fraudes, con especial énfasis en el uso seguro de aplicaciones bancarias y la protección de datos personales.
Una de las tácticas más comunes utilizadas por los estafadores es el “vishing”, que consiste en realizar llamadas telefónicas haciéndose pasar por un familiar o un representante de una institución financiera. En estas llamadas, suelen inventar situaciones de emergencia o problemas con la cuenta bancaria de la víctima, solicitando datos personales o depósitos de dinero.
Por esta razón, es esencial que los adultos mayores eviten proporcionar información personal o financiera a desconocidos que los contacten de manera no solicitada.
Además, la Guardia Nacional recomienda que los adultos mayores se apoyen en familiares o personas de confianza para aprender a utilizar aplicaciones bancarias. Al familiarizarse con estas herramientas de la mano de alguien en quien confíen, podrán evitar errores y estar mejor preparados para detectar posibles fraudes.
¿QUÉ HACER ANTE SUPUESTAS LLAMADAS DE BANCO?
En caso de que se reciban llamadas de “supuestos bancos” solicitando información confidencial, la mejor opción es colgar y llamar directamente a la institución financiera para verificar la autenticidad del mensaje. Ninguna entidad bancaria solicitará información personal por teléfono, correo electrónico o mensaje de texto sin que el cliente haya iniciado primero el contacto.
Los datos muestran que los adultos mayores son especialmente vulnerables a los fraudes bancarios. Según la Condusef, el 63 por ciento de las reclamaciones presentadas por adultos mayores se debían a posibles fraudes.
Los casos más comunes incluyen consumos y cargos no reconocidos, así como retiros de efectivo no autorizados en cajeros automáticos. Las tarjetas de débito son el producto financiero más afectado, seguido por las tarjetas de crédito y las cuentas de nómina, utilizadas principalmente para el pago de pensiones.
¿A DÓNDE REPORTAR?
Para evitar caer en fraudes, es vital que los adultos mayores no den clic en enlaces sospechosos ni respondan a mensajes que prometen premios o sorteos. Las instituciones financieras legítimas nunca solicitarán datos personales o verificaciones de cuentas a través de medios no oficiales.
Si un adulto mayor o su familiar sospecha que ha sido víctima de un delito cibernético, es fundamental que lo reporten de inmediato a las autoridades correspondientes, como la Guardia Nacional a través de su línea 088. Tomar estas precauciones puede marcar la diferencia entre proteger su patrimonio y caer en las garras de un estafador.
La educación y el apoyo son las claves para ayudar a los adultos mayores a mantenerse seguros en el mundo digital.