Por: Eduardo Sánchez
Seguro ya has escuchado antes esa famosa frase de
Por suerte para ti, existe este concepto de resiliencia, que lejos de ser una habilidad que tienes o no, es una capacidad que puedes desarrollar. Todo se trata de estar bien contigo mismo, de afrontar los problemas con tranquilidad y poder identificar qué es lo que te hace sentir mal y cambiarlo. Porque si bien no siempre podemos cambiar las situaciones, podemos cambiar nuestros sentimientos hacia esas situaciones. Todo está en cómo ves el problema.
Para poder desarrollar esta capacidad es necesario hacer y tomar algunas cosas en cuenta, como la calidad de tus relaciones. Y aquí no hablamos únicamente de una relación de pareja, sino también de relaciones de amistad o de familia. Evita estar en contacto con personas que te hacen mal, si hablar con cierta persona te causará angustia o desequilibrará tus emociones, evita ponerte en contacto con esa persona, recuerda que el mantenimiento de ese equilibrio emocional está en ti.
Procura perseguir tus metas. No esperes a que otras personas te digan qué debes hacer ni dejes que influyan en tu camino para conseguir aquello con lo que sueñas. Define tus gustos, qué es lo que quieres para tu vida y trabaja en ello, que al final la única persona que vivirá tu vida serás tú, todos los demás serán acompañantes en tu camino, entonces procura mantener tu vida en armonía y llena de las cosas que te hacen sentir bien.
Empieza a tomar decisiones. Sí, seguramente has tenido problema con ello, seguramente has evitado esas situaciones en las que debes tomar una decisión, pero es importante hacer frente a ello porque si bien al principio no será fácil, con el tiempo te acostumbrarás y agarrarás ‘callo’ para moldear tu vida acorde a lo que necesitas para ella.
Y lo más importante de todo, cuida de tu persona como te gustaría que tu pareja cuidara de ti. No esperes a que otras personas te brinden la atención que necesitas, recuerda que no tienes control sobre las acciones del otro, pero sí tienes el control total de tus propias acciones, entonces procura mantenerte saludable y en armonía para que las acciones de otros no afecten tu estado emocional.
Si logras mantener tu paz y aprender a dejar pasar las situaciones que desequilibran tus emociones, lograrás mantener relaciones balanceadas y duraderas. ¡Así que anímate a cambiar tus hábitos y pensamientos! Recuerda que todo está en ti.