Un médico explica cómo la temperatura en la habitación impacta el sueño profundo, la melatonina y la recuperación física y mental
Por: César Omar Leyva
El descanso es clave para un buen rendimiento físico y mental. Muchas veces, las personas se despiertan cansadas, sin energía y con bajo rendimiento debido a una mala calidad del sueño.
Según el doctor Mauricio González, este problema está vinculado a factores como la duración, el horario y, sobre todo, las condiciones del ambiente donde dormimos.
Un aspecto importante que muchos no consideran es la temperatura de la habitación, un factor determinante en la calidad del sueño profundo. El sueño es fundamental para la reparación del cuerpo, la consolidación de la memoria y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Si no dormimos lo suficiente o con calidad, corremos el riesgo de sufrir problemas como falta de concentración, menor productividad, e incluso enfermedades crónicas o depresión. Según el NIH, durante el sueño, nuestro cuerpo realiza funciones esenciales para mantener la salud física y emocional.
LA INFLUENCIA DE LA TEMPERATURA EN LOS CICLOS DEL SUEÑO
En particular, durante el verano o en climas cálidos, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura interna, lo que puede interrumpir las fases más profundas del sueño, como el sueño REM.
Esta fase es crucial para la consolidación de la memoria y el procesamiento emocional, por lo que cualquier alteración en ella puede afectar negativamente nuestro bienestar.
Según el doctor González, la termorregulación es vital para un descanso adecuado. Cuando el ambiente está muy caluroso, el cuerpo lucha por mantenerse fresco, lo que interrumpe los ciclos del sueño.
Para evitar estos problemas, recomienda mantener la temperatura de la habitación entre 16 y 19 grados Celsius, ya que este rango favorece una mejor regulación térmica y facilita la liberación de melatonina, la hormona encargada de regular el sueño.
EL PAPEL DEL COLCHÓN Y LA TERMORREGULACIÓN DEL DESCANSO
Además, el especialista señala que la elección del colchón también influye en la calidad del sueño. Un estudio de la Universidad de Turín encontró que los colchones con propiedades térmicas mejoradas ayudan a reducir la temperatura corporal central, favoreciendo una mayor cantidad de sueño profundo.
La reducción de la temperatura en áreas específicas, como la espalda, está directamente relacionada con un descanso más reparador.
Para lograr un sueño más profundo y reparador, es esencial cuidar tanto el ambiente como los elementos que usamos para dormir, asegurándonos de que favorezcan la relajación y la correcta termorregulación.