En mayor parte del territorio mexicano se están viviendo lluvias intensa y con esto las personas experimentan más calor
Por: Jhoanna Ontiveros Peraza
Con las lluvias que se están viviendo en mayor parte del territorio mexicano, es común experimentar un aumento de la sensación térmica que puede parecer contradictoria con la frescura que las precipitaciones suelen traer consigo.
Ante esto, entre muchas personar surge la interrogante de por qué el calor se intensifica después de las lluvias.
¿POR QUÉ HACE MUCHO CALOR DESPUÉS DE LA LLUVIA?
Uno de los principales factores que contribuyen a la sensación de calor después de una lluvia es el proceso de evaporación. Tras la precipitación, el agua acumulada en el suelo y en las superficies comienza a evaporarse cuando el sol vuelve a salir.
Este cambio de estado del agua de líquido a gas libera energía en forma de calor al ambiente, lo que incrementa la temperatura que percibimos.
Además de la evaporación, la humedad que queda en el aire también juega un papel importante en la percepción del calor. Cuando el agua se evapora, se convierte en vapor, aumentando la humedad del ambiente. Este aire húmedo tiene una mayor capacidad para absorber el calor corporal, intensificando la sensación térmica y haciéndonos sentir más calurosos de lo que realmente está el ambiente.
¿SIEMPRE QUE LLUEVE HACE CALOR?
El impacto de este fenómeno después de la lluvia varía según la estación del año y la región geográfica. En invierno, las lluvias suelen estar asociadas con frentes fríos que pueden reducir la temperatura, por lo que la sensación de calor después de la lluvia es menos notoria o incluso inexistente. En contraste, durante las épocas más cálidas del año, cuando las tormentas suelen ser más frecuentes, el aumento de la humedad combinado con las altas temperaturas del aire intensifica el bochorno que se siente después de la precipitación.
La combinación de la evaporación del agua y el aumento de la humedad del aire son las principales causas de la sensación de calor que experimentamos después de una lluvia. Este fenómeno es una parte natural del ciclo del agua y su impacto varía con las condiciones climáticas y estacionales.