Una infección altamente contagiosa de las vías respiratorias, las autoridades de salud y expertos recomiendan tomar medidas preventivas
Por: Araceli Rodríguez
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) emitió una alerta sobre el incremento de casos de tos ferina a nivel mundial, siguiendo los reportes de autoridades sanitarias y organismos internacionales. Según el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud, México registró 209 casos de tos ferina en lo que va del año 2024.
A nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló un aumento en los casos de tos ferina. En Europa, la Oficina Regional para Europa de la OMS y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) han reportado que entre enero y marzo de 2024, los casos superaron los números de todo el año anterior.
En América, países como Brasil, Perú, Estados Unidos y México también han registrado un incremento en los casos. En Asia, naciones como China, Australia y Filipinas no han sido la excepción.
QUÉ ES LA TOS FERINA
La tos ferina es una infección altamente contagiosa de las vías respiratorias, causada por la bacteria Bordetella pertussis. Se transmite de persona a persona a través de la tos y los estornudos. Afecta principalmente a niños pequeños, pero también puede impactar a adolescentes y adultos mayores.
Víctor Gómez Bocanegra, epidemiólogo y profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM, subraya que la enfermedad puede prevenirse mediante vacunación. Aunque la tasa de mortalidad varía entre 0.2 y 1 por ciento, la enfermedad puede tener graves complicaciones.
SÍNTOMAS Y ETAPAS DE LA ENFERMEDAD
Los síntomas de la tos ferina se manifiestan en dos etapas. La primera, que inicia entre siete y diez días después del contagio, incluye moqueo, congestión nasal, ojos llorosos, fiebre y tos.
La segunda etapa comienza alrededor de dos semanas después del contagio, con síntomas más severos como tos incontrolable, vómitos, fatiga extrema, y un sonido silbante al inhalar aire. Esta etapa puede conllevar complicaciones graves como neumonía, infecciones del oído, y alteraciones en la función cerebral, en algunos casos requiriendo hospitalización.
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN
El tratamiento para la tos ferina incluye antibióticos de primera línea como la eritromicina, azitromicina y claritromicina, así como antibióticos de segunda línea como el trimetoprim y sulfametoxazol.
Además, se deben administrar medicamentos para controlar la fiebre y la congestión nasal.
Las autoridades de salud y expertos recomiendan la vacunación como medida preventiva para reducir el riesgo de esta enfermedad.