Una serie de obras de primer orden o de carácter estratégico debieron llevarse a cabo oficialmente para apuntalar la inmejorable perspectiva guaymense
Por: Gerardo Armenta
Es propio reconocer que, en efecto, Guaymas ha sido convertido en un puerto de altura. La afirmación lo resume todo rápidamente. Pero sin duda el afán gubernamental para lograr ese objetivo debió y tiene que ser apreciable. Una serie de obras de primer orden o de carácter estratégico debieron llevarse a cabo oficialmente para apuntalar la inmejorable perspectiva que hoy se abre en el horizonte guaymense. Se trata, en efecto (o se trató), de siete proyectos que llegaron a feliz culminación.
Prueba de ello es que este fin de semana se produjo la inauguración respectiva. Fue esta una ceremonia también de primer orden por la significación personal y pública de quienes la encabezaron: el presidente Andrés Manuel López Obrador, la presidenta electa Claudia Sheinbaum y el gobernador Alfonso Durazo Montaño. Se trató de la visita número 29 del presidente López Obrador a Sonora durante su sexenio. De hecho, está pendiente la estancia propia número 30 a la Entidad, la que ocurrirá cuando entregue al pueblo Yaqui el Distrito de Riego 18 y el Acueducto respectivo. A estos eventos vendrá también la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Las obras inauguradas en Guaymas, de acuerdo con reportes periodísticos de primer orden, son las siguientes: tres tramos de la carretera Guaymas-Chihuahua, construcción de nuevas vías para facilitar el ingreso y la salida de unidades ferroviarias, rehabilitación de la Plaza de los Tres Presidentes (alumbrado público, reubicación del asta bandera y paradas de camiones), construcción del Muelle No. 1 de Usos Múltiples, edificación de un almacén a base de estructuras de acero para el manejo de minerales, rehabilitación del Patio de la Marina Turística guaymense y reparación de la avenida Aquiles Serdán. Cabe añadir que estas obras de carácter estratégico forman parte de la Administración del Sistema Portuario Nacional-Guaymas.
Con todo lo anterior queda en razonable conocimiento que un lugar como Guaymas superó ya (o está en camino de hacerlo rápidamente) el bache o la caída que sufrió en su desarrollo general, en lo que fue una situación urbana que prácticamente neutralizó de momentos sus perspectivas de superación comunitaria. Hoy, sin duda, todo eso ha quedado, en buen momento sea dicho, como etapa superada. Por lo visto, prácticamente, se buscó poner en marcha lo que hoy se conoce como la modernización del puerto de Guaymas a través de una serie de proyectos, como dijo el gobernador Durazo Montaño. El Ejecutivo sonorense señaló que la modernización del Puerto de Guaymas fue impulsada por el presidente López Obrador y seguirá en la agenda de la presidenta electa.
De esta manera, cabe reconocer que las perspectivas para la Entidad no podían ser mejores en el marco de una coyuntura como la actual. Prueba de ello es que Sheinbaum Pardo anunció el regreso del tren hasta Nogales. Textualmente lo dijo así: “Así como el presidente hizo los programas sociales, también recuperó los ferrocarriles, los trenes para los mexicanos en el sur, pues ahora nos vamos a ir para el Norte, vamos a traer el Ferrocarril hasta Nogales”. Antes había dicho que cumplirá con los compromisos que adquirió López Obrador con el Estado, tarea que asumirá junto con el gobernador sonorense.
Como queda de manifiesto, la estancia de López Obrador y la futura presidenta Sheinbaum Pardo en Sonora resultó completa en realizaciones y perspectivas que revisten una gran concreción, lo que significa que uno y otro aspecto quedaron muy lejanas de las meras palabras que suelen pronunciarse al tenor de las emociones. Llama la atención, volviendo un poco al principio de este texto, el gran número de visitas que hizo a Sonora el presidente López Obrador. Y cabe resaltar, como igualmente quedó dicho, que todavía resta una próxima estancia suya en la Entidad. Llama positivamente la atención un dato de este tenor.
De igual forma, vale ponderar la notificación de Sheinbaum Pardo en cuanto a que durante su gestión presidencial volverá a funcionar en Sonora el tren de pasajeros. También se han bosquejado proyectos para que el tren corra de nuevo (por decirlo así) en otras partes del norte del Norte del país. Proyecto interesante.
El sexenio obradorista está en sus postrimerías. En el ámbito sonorense sin duda habrá que reconocerle el afán de su gestión en favor de la Entidad. Esta es una evidencia que no puede ser negada nada más porque sí. Al contrario, propio debe ser reconocerla, como sin duda ocurre de esa manera.
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