Valles del Yaqui y Mayo

BJ: Gabinete Municipal

Por: Gerardo Armenta

Un apunte reciente alojado en este mismo espacio fue útil (por lo menos eso es lo que cabe pensar) para entender de una manera global la problemática existente en el agro del sur de la entidad por la carencia de agua. El texto se hizo en base a diversas informaciones periodísticas elaboradas muy profesionalmente. Es obvio que las cosas al respecto no han cambiado mayormente en estos días. Y se advierte difícil que eso pueda ocurrir.

En el ínter, sin embargo, se añaden nuevos pormenores a la problemática aludida. Es el caso, insólito, por lo visto, de lo que sucede en los valles del Yaqui y Mayo en cuanto a que no podrán disponer de volúmenes de agua para los riegos convencionales. En otras palabras, uno y otro no podrán extraer de las presas ese recurso para el riego de 260 mil hectáreas de cultivo. Así lo señaló Luis Antonio Cruz Carrillo, presidente del Distrito de Riego del Río Yaqui.

Una situación agrícola como la anterior no sólo es inédita, sino también crítica o perturbadora. Baste con decir que nunca había ocurrido antes. Esta breve descripción explica por sí sola la gravedad o los riesgos que trasluce una coyuntura agrícola y climática como la de hoy para esta región del sur de la entidad. Existe también un factor inédito en un esquema como el que se describe. Es la primera vez que un pesar como el de la sequía de hoy afecta por igual a los Valles del Yaqui y Mayo.

“Nunca había pasado que los dos valles estuvieran sin agua”, planteó Cruz Carrillo. Y con eso pudiera asimilarse por sí sola la gravedad de la situación imperante, como cabe suponerlo, se ha registrado en el ámbito regional. Porque en el esquema- en mención existen igualmente otros pormenores que vale calibrar con el tenor gravoso que ostentan. Según las consideraciones de Cruz Carrillo, el significado de la sequía es tal que únicamente se podrá sembrar un 20% de las 320 mil hectáreas de cultivos de los Valles del Yaqui y Mayo.

Un dato como el anterior no va solo. Le acompaña este otro, igualmente gravoso: en el sur del estado dejarán de circular 15 millones de pesos durante este ciclo 2024-2025. También van a desaparecer 4.5 millones de jornales. Evidencias numéricas y conceptuales como las anteriores no son gratas bajo ninguna percepción individual o colectiva. Por eso, el problema de la agricultura en los Valles del Yaqui y Mayo se advierte serio por definición y hechos. Acaso sólo fuerzas sobrehumanas podrían ayudar a solventarlo.

Como bien se sabe, dicho sea, en otro tema de conversación, en los gobiernos municipales también existen los coloquialmente llamados gabinetes. Este es un término que suele utilizarse un tanto para aludir a los equipos de gobiernos estatales, municipales y, sobre todo, la palabra es muy común en el ámbito federal. El típico gabinete es el que hay en el ámbito del Gobierno de la República. Como ninguno otro de los demás niveles, su hechura o composición suele despertar una gran expectación ciudadana.

La opinión pública siempre quiere saber quiénes serán los integrantes del gabinete federal, aunque de suyo nunca se conozca a nadie de los que así suelen ser bendecidos por la fortuna política, aunque invariablemente queda sobre sus cabezas la eventualidad de la caída en desgracia. Dicen los que saben que en política una caída de esta naturaleza suele ser algo más que la muerte misma. Debe ser real una presunción de esta naturaleza, porque en realidad pocas veces se ha sabido que alguien haya regresado al paraíso político cuando allí le movieron el tapete para expulsarlo.

De este modo la confección de gabinetes en la administración pública es una de las muchas tradiciones propias de la cultura política o administrativa existente, la cual viene desde los dorados tiempos políticos del PRI. A nivel regional, recientemente se dio a conocer el particular gabinete que trabajará en el gobierno municipal de Benito Juárez. La alcaldesa Edna Sofía Rascón Luzanilla formuló un listado de hombres y mujeres que tendrán bajo su responsabilidad las diferentes tareas de la administración que recién inició allí sus tareas.

Por lo visto, se trata de un conglomerado administrativo y político numeroso de hombres y mujeres. Fijándose en los títulos o denominaciones de las distintas áreas de trabajo del organigrama respectivo, queda claro que en Benito Juárez existe toda una administración pública formal y bien distribuida en sus respectivas áreas. Hay allí dependencias hoy tan necesarias como las de Asuntos Indígenas, Asuntos Religiosos, Coordinación de Cultura, Asuntos de la Mujer, Planeación Estratégica, y, por supuesto, las demás ramas convencionales de la administración pública. Pronto se verán los alcances de su desempeño.

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