Por: Redacción
Más que el canto de los pájaros; más que las flores; más que una tarde entre amigos; más que un buen vino; más que una canción de mis favoritas; más que el olor a hogar; más que un atardecer en verano; más que todo eso y mucho más, es lo que me gusta estar contigo.No sé, será tu inocencia, tus ganas de comerte el mundo de una mordida, tu inagotable energía, o el que todas las cosas, por más simples y sencillas, se te hacen grandiosas y las disfrutas intensamente; o tu mirada transparente, tu alegría, el alboroto y el desorden que haces por donde quiera que vas, lo fácil que eres para consolarte, o el que siempre me contestas que no estás pensando en nada cuando te pregunto qué piensas. El que no críticas o juzgas a los demás, o que lo único que siempre quieres es jugar, tu honestidad para decir lo que te gusta o no te gusta; y así, tantas cosas que te hacen una personita muy especial para mí.
Por eso me pregunto ¿Cómo habría llenado de tanta dulzura estos últimos años de mi vida si no fuera por ti? ¿Cómo? Es por eso que creo en los milagros. Claro que también siento miedo de perderte y de pensar que un día llegará en que ya no me busques más, ese día en que desearás emprender el vuelo propio más que otra cosa; pero me consuelo pensando que la vida, así como un día te trajo a mis días, así habrá de traernos algo nuevo, nuevo como siempre será mi cariño por ti.
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