A finales del siglo pasado comenzó a surgir la teoría de que los trenes, sobre todo, los que transportaban pasajeros, comenzaban a ser obsoletos
Por: Manuel Borbón Morales
El tren de pasajeros ha sido para el ser humano uno de los primeros medios de transporte modernos, con el cual, a su llegada al continente americano podemos decir que fue gracias a este que la modernidad y la colonización llegaron a rincones prácticamente inaccesibles con los medios de transportes físicos que existían en dicha época.
Sin embargo, a finales del siglo pasado comenzó a surgir la teoría de que los trenes, sobre todo, los que transportaban pasajeros, comenzaban a ser obsoletos y terminarían por ser sustituidos en su totalidad por el automóvil y el avión. Empero, conforme el paso de los años ha ido surgiendo nuevamente la efervescencia por los trenes de pasajeros, ya que, en muchas partes del mundo, el tren de pasajeros es utilizado por las distintas ventajas que presenta frente a las demás opciones de movilidad, tales como la experiencia del viaje en tren, la cual, está caracterizada por su solemnidad y protocolos propios de dicho medio de transporte, lo económico, siendo más barato que sus competidores, menor contaminación al ambiente, al ser un medio de transporte colectivo cuenta con mayor eficiencia en el uso de recursos materiales para su función.
Asimismo, podemos afirmar que, tanto en países de Europa como de Asia, el tren de pasajeros sigue funcionando como un medio de transporte económico, accesible, pero, sobre todo, como un medio para potenciar el turismo de regiones apartadas, tal es el caso, de la red ferroviaria que conecta ciudades como Berlín, Roma, París y Madrid, así como también, el tren de pasajeros existente en Canadá, el cual conecta a ciudades distantes como Vancouver y Toronto con múltiples paradas a través de su ruta.
En Cajeme, no somos ajenos a dicha realidad, ya que, hasta no hace mucho años, el tren de pasajeros era común en nuestra región con viajes que iban hasta Guadalajara al sur y a Nogales al norte, en la entonces estación del tren de Esperanza, donde un sinnúmero de personas en el siglo pasado vieron recorrer la locomotora que era símbolo de movilidad y conexión con el país.
Es debido a lo anterior que, después de que el recién comenzado gobierno de Claudia Sheinbaum diera a conocer la reinstalación de vías de tren de pasajeros, resurge la esperanza para que Cajeme vuelva a ser nuevamente hogar de una estación del tren, ya que, según lo previsto por el Gobierno Federal, para 2029 volverán a correr los trenes con una nueva línea que transitará de Guadalajara a Nogales, sin mencionarse aún de manera oficial donde serían las paradas de dicha ruta, por lo cual, alzar la mano y poner en óptimas condiciones al municipio de Cajeme para ser partícipe de esta ruta debe ser una de las tareas principales de la sociedad y del gobierno, ya que, además de ser una nueva opción de movilidad para los cajemenses, también representa un ingreso económico adicional al municipio al contar con atractivos turísticos con mucho potencial como lo son Cócorit, los paseos de la Presa del Oviachic, la Isla Huivulai y la gastronomía propia de la región, que convierten a Cajeme en un potencial atractivo turístico que conecte a Sonora con el resto del país.
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