Por: Francisco González Bolón
La población se confió. Dijeron con optimismo que los cuartos de los hospitales para atención del covid estaban casi vacíos.
En el IMSS hasta reanudaron cirugías porque el riesgo estaba cada vez más lejos y se atendían ya pocos casos de esta enfermedad.
Las personas comenzaron a salir con mayor confianza a las calles, hasta sin cubrebocas y las calles se llenaron de fiestas en las colonias, los cierres de campaña se volvieron una competencia por ver quién reunía a mas gente y lo de estar al pendiente si iban protegidos contra ese mal, se olvidó.
El hecho de que una buena parte de la población estaba vacunada hizo renacer la esperanza de que ya no habría muchos enfermos, pero se olvidaron de esa otra parte que estaba sin vacunar y las convivencias cercanas y llenas de personas se volvieron lo común.
Nadie quiso seguir las instrucciones de “no bajes la guardia”, aunque el semáforo haya cambiado a verde.
Hoy se viven las consecuencias de esas acciones. Lo que llaman tercera vuelta, aunque la segunda nunca se acabó, está presente y con ello los hospitales de muchas ciudades del país están repletos.
Estados como Sinaloa se quedan en rojo y, ojo, no está lejos de Sonora, por lo que cualquiera que viaje entre ambas entidades pudiera llevar el virus.
Tienen mucha razón quienes afirman que las autoridades han actuado mal en el combate a la pandemia, pero olvidan también que muchos no hicimos caso a las recomendaciones conocidas.
Ayer, por ejemplo, Movimiento Ciudadano presentó una denuncia ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa en contra de Hugo López-Gatell por una mala gestión de la pandemia y pidió que, de ser encontrado responsable, sea sancionado.
Según Clemente Castañeda, coordinador nacional de MC las incompetencias y omisiones del funcionario han llevado a que la atención a este problema sea "un rotundo fracaso".
“Un año después de la denuncia y al no haber cambiado el rumbo de la estrategia, México acumula más de 2.6 millones de casos confirmados y rebasa las 236 mil muertes”, refiere Castañeda.
Es cierto que muchos funcionarios minimizaron la importancia de cuidarse en todo momento, con cubrebocas y otras medidas, pero la población veía el riesgo y en vez de ayudar salía a divertirse cuando las cosas parecían estar un poco mejor.
Y la población observa todos los detalles, como el hecho de que en Cajeme se sepa que hay policías contagiados y sin embargo siguen trabajando normalmente sin que sus superiores hagan algo para evitar que haya mas problemas.
Si las autoridades no respetan las medidas sanitarias, con mayor razón muchos ciudadanos se burlan de esas normas, como al principio de la pandemia cuando muchos decían que en realidad se trataba de una estrategia del Gobierno para mantener con miedo a la gente.
Poco a poco mas y mas familias tuvieron en sus filas el problema y entonces sí llegó la credibilidad en que se trataba de una enfermedad grave, pero desafortunadamente poco a poco las cifras han ido creciendo y con todo y vacunación se están presentando casos que enlutan a muchas familias.
Por eso, ante los hechos, será mejor que cada ciudadano haga lo conducente para cuidarse de la mejor manera posible y deje de culpar al gobierno de ineficaz. En la medida en que se respeten los protocolos sanitarios, aunque no nos gusten, tendremos avances contra la pandemia.
Hay que escuchar consejos para llegar a viejos. Digo.
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