Se diluye la lucha del yaqui

Aparentemente, en territorio yaqui se siente una lucha por lo más sagrado que posee: su territorio y su río

Por: Manuel Moroyoqui Ramírez

Aparentemente, en territorio yaqui se siente una lucha por lo más sagrado que posee: su territorio y su río, pero la realidad es otra.

Decían nuestros antepasados "yo'owes", que el yaqui sería vencido, no por las balas sino por la pluma, que la escuela y los beneficios de la occidentalización harían cambiar de mentalidad a los yaquis del futuro.

En los principios del siglo XXI se vieron las últimas resistencias genuinas. Una se gestó en Tórim, con el señor Octaviano Jécari Espinoza como gobernador tradicional, y la otra, en Loma de Bácum, en resistencia al establecimiento del gasoducto en su territorio.

Pudiéramos también señalar las negativas de los pueblos consagrados en aceptar concesiones de Conagua en el periodo de Felipe Calderón como presidente de México y las luchas y movilizaciones de yaquis llamados duales por la ilegal puesta del Acueducto Independencia hacia Hermosillo.

Momentos fuertes al interior de los pueblos que ocasionaron rupturas.

Octaviano Jécari venía emanando a raíz del cierre del Paticy. ¿Por qué se ocupaba un proyecto de recuperación de tierras, agua y desarrollo? Por lo que planteó, junto con los demás pueblos, "El Plan Estratégico de la Tribu Yaqui", que no avanzó a pesar del bloqueo a la altura del Bauwo, una comunidad en la jurisdicción del pueblo de Beene.

En el 2010, los Ocho Pueblos consagrados, después de muchos años sin reunirse con protocolos y conjunto de esfuerzos, se pudieron unir en Loma de Guamúchil y plantear ante el Gobierno de Guillermo Padrés y Calderón los "20 puntos", una propuesta que contenía las principales demandas de la Tribu Yaqui: el territorio y el agua. Aquí sobresalió la postura de Cecilio Murillo García, "El Pichi", quien decía que el Distrito de Riego de las comunidades yaquis no se podía aceptar, ya que no tenía acta de nacimiento, es decir, no tenía sustento jurídico y social su existencia.

Aunque, por otro lado, una resistencia auspiciada por los agricultores del Valle del Yaqui se había consolidado autonombrándose "Los No al Novillo", quienes señalaron a los consagrados que habían vendido el agua por la construcción del Acueducto Independencia, pero estaban muy equivocados, pues los consagrados nunca suscribieron acuerdo alguno con ese tema.

Al contrario, tras múltiples bloqueos de los duales, orillaron al Gobierno de Padrés y Enrique Peña Nieto a suscribir un convenio en Bucareli, oficinas centrales de la Secretaría de Gobernación de México. Ahí se dio pie a estar de acuerdo con la dotación de agua a Hermosillo. Uno de los beneficios fue el contrato de técnicos en el manejo del Distrito de Riego 018.

Con el comienzo del Gobierno de Claudia Pavlovich, en 2015, las relaciones políticas estaban tensas; una de ellas eran las confrontaciones en Loma de Guamúchil por la regiduría étnica, y en Belém, donde seguían las confrontaciones por la aparición de la dualidad.

El tema del gasoducto se agudizó en Loma de Bácum, llegando a confrontaciones internas hasta llegar a un enfrentamiento contra los otros pueblos yaquis encabezados por Loma de Guamúchil, con saldo del fallecimiento de un yaqui y encarcelado injustamente un joven de nombre Fidencio Aldama Pérez por ser señalado por testigos comprados.

Confrontaciones, divisiones y sin planteamiento propio, la Tribu Yaqui comenzó el trato político y su gestión con el Gobierno de Claudia Pavlovich.