Reforestarán Río Mayo

"Copresidentes"; Milei

Por: Gerardo Armenta

¿Una vez más? Todo permite suponer que sí. Por lo menos a partir de las palabras. Éstas, bajo ciertas circunstancias, pueden representar un compromiso. O de plano, como luego acostumbra decirse, acaso se las lleva el viento, lo cual suele ocurrir, por más fantasiosa que se antoje esta figura verbal. Sucede, ciertamente, que las palabras y el viento se hermanan fraternalmente y forman un todo borroso o...sobradamente claro.

Y es entonces cuando, en el primer caso, los hechos anunciados se descomponen o se desploman. Viene a cuento todo lo anterior a partir de un aviso prometedor en más de un sentido. Es el que tiene que ver con la reforestación del Río Mayo para el año próximo, el cual, en efecto, cada vez está más próximo. Ese quehacer se llevará a cabo en una superficie de mil 800 hectáreas. Interesante.

El dinero respectivo para esos trabajos será aportado por la Comisión Nacional Forestal y también por el Plan de Justicia. ¿Qué tiene que ver este último con el Río Mayo y su reforestación? Una tarea como la que se menciona puede ser ciertamente un acto de justicia elemental. Pero no se sabía (y es bueno saberlo) que dicho Plan tendrá ramificaciones operativas como la aludida.

Debe reconocerse que el proyecto al que se alude pinta bien por lo menos en su objetivo general. Pero de repente como que, en el afán de llenarlo de propósitos, todos bienvenidos, el asunto respectivo se torna un tanto confuso. Parece ser que la parte toral del plan consiste efectivamente en la reforestación del Río Mayo, la que sería acompañada de una serie de acciones que complementarían el propósito inicial.

Sin embargo, y sin hacer menos los restantes, sería propio asumir a la brevedad el primero de los objetivos del que se habla. Se entiende que todos los demás vendrían por añadidura o algo parecido. Por lo demás, conviene señalar que no es la primera vez que se alude a la reforestación del río. A la hora de la hora, todo ha quedado en palabras, lo que no quiere significar que esta vez pasará lo mismo. Aunque no estará de más referir lo que se ha dicho en tiempos pretéritos a propósito de una tarea como la descrita. Hoy no puede negarse que el proyecto respectivo se advierte sumamente completo. Convendrá hacer votos por su feliz aterrizaje.

Mientras tanto, en un cambio de tema ubicado más allá de nuestras fronteras, vale la pena advertir que en Nicaragua siguen ocurriendo cosas muy llamativas por su carácter abiertamente anómalo. Allá, Daniel Ortega es el presidente y su esposa la vicepresidenta. Pronto, sin embargo, tendrán un cargo público bajo una misma denominación: "Copresidentes". Esta muda en la denominación de sus tareas originales está contenida en una propuesta de reforma constitucional que no hay duda que será aprobada. En aquel país existe, como se sabe, una ya prolongada dictadura.

La revolución sandinista (en los años 80 y 90) que tumbó al gobierno dictatorial de Anastasio Somoza (hijo) devino con el tiempo en otro régimen como el que derribó. El esfuerzo del Ejército Sandinista de Liberación Nacional y sus célebres comandantes resultó infructuoso y hasta paradójico. Ortega perteneció a ese grupo donde estuvo el célebre Comandante Cero, Edén Pastora. De eso se aprovechó. Sabe qué pensarían o pensarán los demás líderes sandinistas (de los que verdaderamente enfrentaron al ejército somocista) de la posterior actitud de Ortega.

En Nicaragua existe un partido político llamado Frente Sandinista de Liberación Nacional que domina el Congreso y todas las instancias de gobierno. Por eso, medios políticos y de prensa dan por cierto que será aprobada la reforma legal por la que Nicaragua tendrá pronto "copresidentes". Esta es una modalidad de mando civil que no se le había ocurrido a nadie para garantizar el poderío a ese nivel de una pareja, con la salvedad de que se trata de un mando del que ya disponen quienes la integran.

Un poco más al sur en el mapa continental, el mandatario de Argentina debe sentirse en verdad complacido. No le faltan razones a Javier Milei para evidenciar tal estado de ánimo. Es así porque en una plática telefónica que tuvo con Donald Trump, este personaje le dijo al mandatario argentino: "Usted es mi presidente favorito". La plática entre ambos duró 10 minutos. Y alguien la definió como "una conversación entre dos amigos".

El gobierno de Milei, según observadores, ya hizo su definición: dijo que Estados Unidos e Israel son sus principales aliados en materia de política exterior. Como triunfal remate expresó también su "apoyo incondicional al liderazgo de Trump". No hay duda de que Trump no parece tener lado. Cuestiona los modos de un país como México, que es territorialmente su vecino más cercano, y al mismo tiempo es todo camaradería con otro que le queda a miles de kilómetros. El mundo al revés.

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