Ayuntamiento de Navojoa
Por: Gerardo Armenta
Ramón René García Vallejo fue reelecto como dirigente del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio de Navojoa. Por lo visto, tal es el nombre oficial del organismo, aunque generalmente es más conocido como Sindicato del Ayuntamiento. La planilla ganadora fue la única registrada, lo que significa que en ese ambiente gremial debe haber vientos de fronda por carecer de oposición.
Por lo demás, resulta evidente que el liderazgo de García Vallejo está fuerte, tanto hoy como ayer. Su permanencia al frente del Sindicato del Ayuntamiento navojoense suma por lo menos 20 años, que se dicen fácil, pero ejercidos en la dirigencia sindical de un ayuntamiento pueden resultar hasta desgastantes anímicamente. Aunque todavía suele decirse (en serio o broma) que el poder es una especie de vitamina que todos los días reconforta y aleja el cansancio, un poco como por arte de magia.
Es casi obligatorio, sin olvidar que tenga o no un añadido vitamínico, que un poder sindical necesita y debe ejercerse siempre en favor de quienes en principio son o deben ser sus principales o únicos beneficiarios: los trabajadores. Y no puede negarse que, a lo largo de su gestión al respecto, García Vallejo ha sabido responder a la confianza de sus representados, por más que en ocasiones la crítica no le haya sido del todo favorable, lo cual resulta comprensible.
Un dirigente sindical no está necesariamente para que su contraparte (la patronal, por decirlo así) se deshaga en elogios o reconocimientos que ponderen incluso su estancia en este ingrato mundo. Y al revés. No puede ser así, porque el trabajo gremial de suyo regularmente es complicado, en tanto que sus fines son muy propios y entendibles, como también resultan así los que enfrenta, con los cuales ha de ser propio negociar en busca de acuerdos mutuos.
Por supuesto que, en un tránsito de esa naturaleza tan especial, el conflicto es algo que está siempre a la expectativa, casi de manera natural, como bien podría decirse. A lo largo de su desempeño como dirigente sindical, García Vallejo ha debido protagonizar querellas muy directas, y hasta en el lindero personal, en la defensa de los mejores intereses de sus representados, que forman un gremio muy acreditado en Navojoa como parte de las diversas áreas laborales del Ayuntamiento.
Hoy mismo pudiera decirse que las relaciones entre el gobierno de la Perla del Mayo y el sindicato no son del todo tersas, amables o cordiales. Entre una y otra parte se han producido desavenencias laborales significativas, las que llegaron al grado del enfrentamiento abierto sin medias tintas. No parecería que algunas de esas divergencias hayan tenido del todo un clásico final feliz. Tiene que reconocerse que los choques protagonizados han sido fuertes, en ocasiones sin mucho aprecio por la diplomacia o las buenas formas.
Y en contra de lo que pudiera pensarse, García Vallejo sigue fuerte como líder del sindicato de trabajadores del Ayuntamiento de la Perla del Mayo, porque evidentemente así lo han dispuesto y señalado quienes en estos menesteres se conocen como "bases", dicho sea para estar a tono con el lenguaje utilizado en estos ámbitos. Una evidencia como la anterior, se explica por sí sola con la reelección que se le acaba de conferir durante el marco de una asamblea sindical. Cabe hacer notar que la de García Vallejo fue la única planilla registrada.
Un dato como el anterior pone de manifiesto, con la obviedad del caso, que el dirigente sindical del Ayuntamiento no tuvo adversario al frente. Los integrantes de la planilla ganadora cubrirán un periodo que llega hasta 2027. En el uso de la palabra, García Vallejo remarcó su compromiso por seguir en la lucha por la defensa de los trabajadores del Ayuntamiento local.
Una lucha, dijo, donde, a pesar de los intentos gubernamentales por acabar con el sindicato que encabeza, el gremio no se ha dividido, sino que, incluso, se ha fortalecido. Son creíbles estas expresiones. Porque, en efecto, las batallas recientes del sindicato del Ayuntamiento de Navojoa han sido intensas y frontales, un poco contra viento y marea, como quizá nunca antes se habían visto en el ámbito municipal.
En realidad, nunca se habían visto, dicho sea sin el quizá. Los enfrentamientos entre las partes llamaron mucho la atención tanto por las demandas o exigencias que salieron a relucir y por el frontal tono que las singularizó. Hoy, dentro de lo que cabe, parecería que el horizonte se ha despejado, lo cual seguramente no quiere significar que las circunstancias aludidas se hayan remontado del todo. Aunque eso sería lo deseable.
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