Ratifica dimisión al PRI

Ante un momento crucial

Por: Gerardo Armenta

Más allá de las implicaciones ideológicas que personalmente pudieran o no existir de por medio, entre quienes las protagonizan, lo cierto es que la trama de las renuncias de militantes del PRI para emigrar a otros partidos (que hasta ahora curiosamente no han sido más que a Morena), se antojan un tanto como chacoteo. No parecería ser posible o lógico que de repente se produzca una muda de convicciones partidistas en un ámbito político como el priísta, tal como está ocurriendo hoy por hoy.

Pero nunca estará de más aclarar que una cosa es cierta: cada quien es muy libre de militar en el partido político que más le guste o...le convenga. Este es un axioma o principio eterno que seguramente viene desde el comienzo de los tiempos, es decir, cuando no había política ni políticos. Esos tiempos sí debieron ser muy felices sin tanta palabrería o estridencia dizque ideológica de por medio, ¿o no?

La cuestión es que, sin muchos miramientos de por medio, se ha producido, o confirmado, mejor dicho, una nueva renuncia en las filas del PRI. Apenas hace unos días nos ocupamos de este particular caso. Se trata, como se recordará, de la senadora Cynthia López Castro. Por lo visto, no quiso complicar mucho su decisión. Esta decisión la ratificó a través de redes sociales con una fotografía en la que aparece con Luisa María Alcalá, ni más ni menos que dirigente nacional de Morena.

A eso bien puede llamársele rapidez o diligencia política. Es decir, anunciar el retiro de un partido político e inmediatamente aparecer en una gráfica con la dirigente nacional de otro. Bien. López Castro puede llegar lejos. Explicó que tomó la decisión de abandonar el PRI después de "una profunda reflexión". Así tuvo que ser, por más que hoy por hoy se haya vuelto una especie de moda renunciar al PRI, donde parecería que no se han dado cuenta de que se están quedando sin militantes, o que por lo menos tal podría ser el riesgo en un futuro no muy lejano.

Sin hacer menos a nadie, podría reconocerse que hasta ahora quienes han renunciado al PRI no pertenecen a ese grupo de "figurones" o "caballones" (nos disculpamos por estas expresiones) que siempre han existido en el tricolor. Quién sabe qué podría pasar allí si empiezan a ocurrir las renuncias de los grandes personajes priístas, que sin duda los hay todavía en su estructura nacional, estatal y municipal. Acaso esos personajes podrían evitar la que hasta hoy parecería una resonante debacle de su partido. Pero el problema es uno solo: que los dejen participar.

Pero la cultura política vigente es muy especial o singular. Sirva de nuevo al respecto el caso de la ex priísta hoy morenista López Castro. Se ha recordado que solía asumirse en público como "leal o siempre leal" a Peña Nieto, así como a otros políticos priístas de primer nivel. ¿Y...?, podrá decir ella. Pues sí. A la hora de la hora, lo hecho suele estar hecho, y así hay que asumir las circunstancias, como lo tiene que hacer el mando del PRI. Sin embargo, con cierta o alguna exageración de por medio, podría asumirse que, si las cosas siguen así en ese ámbito partidista, existe el riesgo de que allí no quede nadie para cerrar la puerta.

Tal sería una ingrata circunstancia para un partido como el PRI, ante el cual no puede negarse que hoy se le advierte con un desgano institucional o político que no presagia nada bueno. No se advierte mayor actividad o presencia tricolor en los diversos estratos del contexto político, sea nacional, estatal o municipal. Por ningún lado se publican liderazgos o voceros priístas inmersos o interesados en el momento político que hoy por hoy se vive en ese partido. Un momento crucial, podría decirse.

De suyo, las noticias que más o menos suelen divulgarse sobre el PRI proceden de su mando nacional, y a menudo esas noticias no son precisamente buenas para la causa tricolor. Como se sabe, ese mando partidista está de suyo un tanto empantanado con propósitos reeleccionistas a largo plazo, en lugar de atender las dolencias políticas que atosigan a ese partido en una coyuntura tan difícil como la de hoy. Por eso, y póngale usted que, por otras razones igualmente importantes, el aparato priísta se está despoblando, en una medida que todavía no se ha querido advertir en su verdadera dimensión. Pronto tendrían que hacerlo quienes deban hacerlo antes de que la desbandada de militantes resulte cuantiosa y quizá hasta irreversible.

armentabalderramagerardo@gmail.com