Candidaturas en juego
Por: Gerardo Armenta
La política, por lo visto, es un quehacer que interesa también a quienes forman parte de las etnias. No hay razón o motivo que impida esa actitud individual o colectiva. Al contrario, tendría que estimularse la participación indígena en una actividad como la descrita, pero con seriedad y sin demagogia, como usualmente ocurre.
Parecería que esa participación es fluida y efectiva. Pero cabe insistir que en rigor no la existe, por lo menos con la constancia o la formalidad que podría y tendría que exigirse socialmente hablando. En ámbitos como los del sur, por ejemplo, la población indígena propia de la etnia Mayo se asienta en una notable extensión territorial.
Sin embargo, por sobre esa muy apreciable y notoria circunstancia geográfica, los integrantes de dicho conglomerado nunca han tenido la oportunidad de aspirar, con una frecuencia deseable, a cargos de elección popular que más o menos importe considerar, mucho menos a cargos administrativos o burocráticos de cierto relieve. Tradicionalmente se ha querido solventar esta injusticia o desdén con la figura o posición electoral conocida como regidor étnico. Es decir, un edil perteneciente a la etnia mayo que, casi como una graciosa concesión a la tribu, pasa a formar parte de los cabildos del sur de la entidad.
El problema es que la figura del regidor étnico se ha desdibujado un tanto. Es común que un edil con esta modalidad no acumule mucha participación en las opiniones o deliberaciones del Cabildo al que pertenece con la misma formalidad legal que ostentan los demás que forman parte de ese nivel de gobierno. Además, casi siempre hay controversias en el seno de la misma etnia a la hora de asumir la designación de un regidor étnico para los diversos cabildos regionales.
Un edil de esta naturaleza a la que se alude es o debe ser igual que el resto de sus compañeros. Sin embargo, parecería que en este aspecto hay todavía luchas que librar, que no tendrían ninguna razón de ser porque, hasta donde se entiende, no hay nada ni nadie que limite (o pretenda limitar) el desenvolvimiento de los regidores étnicos.
Quizá en el orden político o partidista existan acuerdos para que, por ejemplo, determinados regidores sean a menudo una especie de voz cantante en las deliberaciones de un Cabildo, dejando para el de carácter étnico los temas que solamente tengan que ver con el conglomerado indígena a que se pertenezca. Pero se entiende y se da por cierto (por lo menos en la dichosa teoría) que un ámbito de representación popular como el aludido, permite que sus integrantes sean también libres y soberanos para hablar y marcar definiciones, así procedan del ámbito urbano o indígena.
Empero, tras asumir el sentido del párrafo anterior, es probable o exigible que a veces uno debería tomar alguna clase de tónico que prevenga contra la ingenuidad política. Sí, porque, en verdad franca sea dicha, lo cierto es que a menudo los cabildos y sus deliberaciones distan mucho de ser enteramente libres, en tanto que primero son y han de ser los intereses de los partidos que postulan a los ediles. Así funciona esta trama, por lo menos hasta ahora.
Es preciso reconocer que nada de lo anterior no le quita ni le pone siquiera una coma a un reciente acuerdo tomado por autoridades de la etnia Mayo en el marco de una reciente reunión. Resulta interesante ocuparse de lo que allí se acordó. De tal suerte, en principio debe señalarse que indígenas mayos decidieron ejercer sus derechos consuetudinarios y postular candidatos a diversos cargos de elección popular.
El asunto a que se alude va en serio. Y prueba de ello es que también se determinó enviar un documento a la Secretaría de Gobernación con los pormenores de lo que se pactó en el Centro Ceremonial de Mochipaco. Allí estuvo el gobernador tradicional de Etchojoa, Aniceto Valenzuela Moroyoqui. También marcó presencia Juan Pérez Gil, líder del organismo denominado Ocho Pueblos Principales.
Atendamos tres palabras muy en boga siempre: Democracia, libertad y justicia. No faltará quien postule que cada una de esas expresiones notifican hoy por hoy un subrayado desgaste, especialmente la primera y la tercera. Pero hay que reconocer que igualmente su particular significado sigue inspirando la misma emoción histórica de siempre.
Pues bien: democracia, libertad y justicia fueron palabras que salieron a relucir como reclamo ancestral por parte de indígenas mayos en la reunión sobre la que se informa. Allí dejaron en claro que van por todo, electoralmente hablando: alcaldías, regidores étnicos, diputaciones locales de los distritos 20 y 21 y la diputación federal del 07 distrito. Como suele decirse: sobre aviso no hay engaño…
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