Partidos que pueden ser

Posibilidad de una broma

Por: Gerardo Armenta

Apenas el domingo anterior se abordó en este mismo espacio el tema que tiene que ver con los nuevos partidos políticos que pronto podrían estar o no en el escenario sobre la materia. Quizá valga la pena suscribir algunos añadidos. Por ejemplo, acaso usted piense que lo que sigue se trata de una broma. Pero el dato que se quiere compartir resulta serio y formal. Y es el siguiente: por lo menos unas 20 organizaciones con diversas ideologías buscan formar un nuevo partido político nacional. Leyó usted con exactitud.

¿Pero lo que leyó significa algo así como la locura más allá de la locura? Más o menos. Los antiguos griegos, a quienes se atribuye la invención de la democracia y el rejuego político, dirían, al tomar nota de un dato como el anterior, que la cosa no es para tanto, que los extremos o excesos nunca (desde la casi primera antigüedad) han sido buenos y que, por supuesto, la existencia de un elevado número de partidos políticos puede garantizar lo que a cada quien se le antoje, pero no necesariamente la vigencia de una mínima ambientación democrática o formas políticas serias.

Sin embargo, es seguro, porque incluso así deberá ser por fuerza, si es que no fallan la lógica o el sentido común, que de la veintena de posibles nuevos partidos políticos, quizá un número muy reducido alcance la bendición respectiva para lograr esa meta. Por lo menos tal es lo que cabe pensar de una manera sensata, si es que la sensatez tiene todavía alguna forma de sobrevivencia en la ambientación política del país. Aun así, realmente se nota muy difícil que pueda avanzar este tumultuoso proyecto de nacientes partidos políticos.

Porque no hace falta o no se necesita para nada que ocurra así. De todas maneras, una de las nuevas propuestas de que se ha sabido con respecto al tema de que se habla, está representada por Ulises Ruiz. Ciertamente, el exgobernador de Oaxaca presentó ante el Instituto Nacional Electoral la respectiva solicitud para fundar un nuevo partido político. ¿Bajo qué nombre? Aquí está: "México Nuevo, Paz y Futuro". En serio. Este es el nombre, el cual se antoja viable para quizá cualquier otro plan, pero no para un partido político.

Un proyecto más en la materia no le va mucho a la zaga en lo que concierne a la denominación. Se trata del partido "Viva México", auspiciado por Eduardo Verástegui, exactor. La solicitud para otorgarle legalidad a este organismo también ya fue presentada ante el INE. Falta ver qué resuelven en ese ámbito. Llama la atención el nombre de este posible partido. Sus promotores no debieron quebrarse mucho la cabeza para encontrarlo. Fácil y todo, pero obviamente con escasa imaginación para identificar a un organismo partidista. Debería prohibirse utilizar el nombre de México en menesteres de esta naturaleza.

Si quienes en su fortaleza o debilidad para asumir la concreción de un partido político más, no tienen imaginación o capacidad para encontrar una identidad que no sea la del nombre del país, quizá menos podrá esperarse que la tengan para hacer la clase de política que hoy hace falta en la vida pública mexicana. Es el caso también de "Somos México". Tal es la señal fundamental de otro posible partido político. Allí hay gente con reconocido alcance intelectual y desempeño político que bien pudo encontrar otra denominación para su proyecto.

Mientras tanto, se confirma lo que posiblemente cabía esperar: Xóchitl Gálvez Ruiz renunció a la intención de crear su propio partido político. Tomó esta decisión porque advirtió que no llegaría muy lejos con ese afán. Hace dos semanas había solicitado el registro ante el INE. Pero pronto se dio cuenta de que...no tenía seguidores. Esto lo advirtió tras realizar una encuesta de simpatizantes suyos y militantes de los tres partidos que la apoyaron como candidata en la pasada contienda presidencial. Con esta evidencia llegó a la conclusión de que no tenía mayor caso asumir la búsqueda de registro para otro partido político.

Los tres partidos de que se habla son PAN, PRI y PRD, el que más valdría reconocer que fue, porque ya no existe. Pero he aquí una afirmación que no debe hacer pensar en el más allá: porque el PRD no está muerto. No saldremos con el trillado simplismo de que andaba de parranda. Al parecer, hay un PRD vivo...que viene de muy lejos. ¿De dónde? Eso es lo que habría que averiguar.

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