“Paren los feminicidios”

Por: Jesús Huerta Suárez

En una de las tantas manifestaciones que se han llevado a cabo en Sonora y en Ciudad Obregón para reclamarles a las autoridades sobre los cobardes asesinatos de mujeres, vi una lona que decía “Paren los feminicidios”, lo que me hizo pensar en quién puede parar esta terrible situación que se presenta en todo México. Y, no solo eso, me hizo pensar en el por qué puede estar pasando esto y cada vez más seguido.

Por una parte, las autoridades, creo que aunque quisieran, no pueden hacer mucho porque no saben cómo, la prueba está que del cien por ciento de los delitos que se cometen, solo el dos por ciento son resueltos, por lo que se puede decir que en esta tierra mágica trágica donde cada día desaparecen más personas sin dejar rastro, entre mujeres y hombres, reina la impunidad, así que no podemos esperar mucho de la autoridad. No pueden, no saben o no quieren. Estamos condenados hasta no sé cuándo a tratar de sobrevivir en esta tierra sin ley.

Por otra parte, es hora de preguntarnos y contestarnos entre todos qué es lo que estamos haciendo mal como sociedad para que exista esta condición de violencia contra la mujer simplemente por su género, y creo que algunas de las razones son por la cultura machista en que nacemos y crecemos, siendo este un conflicto producto de la ignorancia que inicia en el hogar y continúa en la escuela y en el ambiente de trabajo, pasando por años y años de la cosificación de la mujer vía los medios de comunicación, que ahora, peor que nunca mediante canciones y programas de televisión o series denigran a la mujer y lucran con crimen.

Los padres, también están fallando, porque no están formando adecuadamente a sus hijos. Cada vez hay más hijos de nadie que sin autoestima y sin talento de ningún tipo no son capaces de conquistar el amor de una mujer y no saben qué hacer con el deseo que los consume por lo que atentan sexualmente contra las mujeres por la fuerza. Además, de que en muchos casos de ataques violentos y asesinatos, es posible que se den porque despreciamos la vida de los demás y la nuestra, porque no se quieren compromisos de ningún tipo pero se quiere tener sexo y, si no lo logran, lo hacen a la fuerza con quien les dé la gana y terminan asesinando a la desafortunada por temer a que los denuncien. Los celos también son una enfermedad mental que mata mujeres. La idea machista retrógrada de considerarlas el sexo débil también las hace vulnerables, lo mismo que los cada vez más frecuentes trastornos psicológicos y adicciones de las parejas, ex parejas, familiares o desconocidos.

Por lo pronto, partamos de que no hay ningún motivo que justifique la violencia contra la mujer; estemos todos siempre alertas, defendamos a toda mujer, dejemos atrás el rancio machismo, que ellas abran bien los sentidos cuando conozcan o traten a sus pretendientes, no permitan ningún abuso y denuncien de inmediato, aprendan artes marciales, desarrollen su intuición, no idealicen el amor y eviten salir solas; seamos solidarios que apenas entre todos podremos detener los feminicidios.