¿No a comida chatarra?

Crisis agrícola en el sur

Por: Gerardo Armenta

En este país hay historias que se repiten una y otra vez. Pero a fuerza de traerse a mención insistentemente han terminado por convertirse en verdaderos cuentos. A menudo se trata de alegres y formales anuncios que por sí solos resolverán agudos problemas o aflicciones de la población en sus muy diversos estratos. Al final, por supuesto, no pasa nada. Y todo vuelve a quedar como estaba.

Es el caso, por ejemplo, de la comida chatarra que suele venderse (con una formalidad digna de mejor causa) en las escuelas del país. Sabe qué tantos años habrán pasado desde que por primera vez se hizo el anuncio de que esta práctica tan perniciosa para la salud de los educando quedaría estrictamente prohibida. Una y otra vez ha sido posible tomar nota de anuncios oficiales tan pomposos como irreales en su aplicación.

Pues bien: para que usted no caiga en abismal preocupación existencial, debe saber que ya se hizo el más reciente anuncio con respecto al tema de que se habla y con especial dedicatoria para las escuelas. El aviso es prácticamente el mismo de siempre. Esto quiere decir que las autoridades prohibirán la venta de comida chatarra en las escuelas. La que se menciona es una clase de comida muy mentada, al grado de que parecería que la sirven hasta en los mismos infiernos. No debe llegar a tanto, pero en realidad sí procede alejarse de su consumo, y mucho más en las escuelas.

La comida chatarra es aquella que incluye alimentos y bebidas con bajo valor nutricional y alto contenido de azúcar, grasa y sodio. Escribir o leer estas aparentes simples líneas provoca un estremecimiento por el daño orgánico que causa la descripción de que forman parte. Pero que no cunda el pánico. Porque oficialmente, como quedó dicho, ya se notificó que la venta de la perniciosa comida chatarra estará prohibida en las escuelas del país. El anuncio lo hizo el secretario de Educación Pública, Mario Delgado.

El funcionario dijo que la industria de esa clase de alimentación invade de publicidad a la niñez mexicana. La consecuencia es que por ello el nuestro es uno de los países con mayores niveles de obesidad infantil en el mundo, lo cual, remarcó, no puede seguir así. Sin embargo, cabe decir que ese combate es precisamente lo que se quiere ver. Vale reiterar también que no es la primera vez que se dicen al respecto palabras oficiales como las citadas.

Mientras tanto, el paso de los días ha venido registrando todos y cada uno de los diversos datos que configuran el trazo de la crisis agrícola existente en el sur del estado por la carencia de agua para riego en las presas regionales. La situación respectiva, como bien se sabe en estas alturas, es entre crítica y alarmante. La sequía existente en la región sureña terminó por convertirse en un agudo problema social y productivo que no es posible ignorar.

En este marco, los productores regionales plantearon ya la necesidad de recibir apoyos emergentes para enfrentar la situación que se comenta. En la Ciudad de México hicieron constar, en diversas reuniones de trabajo sostenidas, que prácticamente la sequía paralizará la actividad agrícola en los Valles del Yaqui y Mayo durante el ciclo 2024-2025. Como queda de manifiesto, este es un planteamiento que hace notar un terrible significado.

Por eso, en un contexto de esta naturaleza, en la zona Fuerte-Mayo (más al sur de la entidad) se advierte un escenario de "mucha crisis" durante los próximos meses. Es así porque en esta área agrícola únicamente se aprobó sembrar dos hectáreas por padrón durante este ciclo agrícola. A tono con esta circunstancia, la mayoría de productores no sembrarán, optando por labores ganaderas, bajo la premisa de que esta temporada no es redituable invertir en el campo. Así reveló Noé López Gastélum, productor en la región Fuerte-Mayo.

El panorama que se comenta no tiene ni puede tener nada de optimista. Los datos son contundentes: por lo menos 230 mil hectáreas son las que se dejarán de sembrar en el sur de la entidad, región donde están los Valles del Yaqui y Mayo, en el ciclo agrícola 2024-2025. En este problemático contexto no podrá generarse una elevada cantidad de recursos económicos (10 mil millones de pesos), en lo que es o sería una circunstancia que podría generar una crisis económica regional. La anterior es una estimación de la Alianza Campesina del Noroeste, planteada por Omar Alberto Guillén Partida, secretario de Organización.

Tales son a grandes rasgos algunos de los datos o pormenores que documenten el sentido y los alcances de la complicada situación económica que podría dejarse sentirse con rigor crudo en regiones del sur de Sonora, como son las propias del Yaqui y Mayo. No hay alarmismo en un planteamiento como el anterior. Pero la inquietud se sobresalta todavía más al tomar nota de que, por ejemplo, hasta ahora no hay palabras oficiales mayores ni menores que hagan saber la disposición existente para brindar los apoyos que evidentemente tendrían que corresponder ante un esquema como el descrito.

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