Navidad en la política

Situación de partidos

Por: Gerardo Armenta

¿Planea usted, un poco como regalo navideño, afiliarse a un partido político? No estaría mal, a reserva de la opinión particular. El problema es que, con excepción de Morena, parecería que los demás partidos, o andan de vacaciones (no precisamente por fin de año) sino que más bien están en las conocidas como vacaciones largas, o de plano ya no figuran en el candelero, o en la jugada, como se quiera decir. Esta puede ser una apreciación aventurada o de plano aventurera.

Sin duda, lo cierto es que hoy existe una pregunta muy válida en el ambiente respectivo: ¿dónde están los partidos políticos? No deberá ser propio responder que de vacaciones. Zanjemos esto de una buena vez antes de que llegue Santa Claus: los buenos o verdaderos militantes de los partidos no toman vacaciones por más emotivas o reconfortantes que sean, tal, por ejemplo, las decembrinas. ¿Qué no se trata de estar siempre al pie del cañón?

Algo así habrá sido más o menos común en algún siglo político ya muy pretérito. En el de hoy las cosas en este sentido parecerían muy distintas. Cabe entender una situación política o partidista como la de hoy. El clásico modelo o esquema existente en este marco ha sufrido cambios más o menos notables y sustanciales en cuanto a lo que podría entenderse como distribución del poder o mando que otorga la ciudadanía través del voto.

Aunque lo curioso es que en el esquema respectivo se mantiene el diseño o práctica de un partido dominante. Hoy como ayer existe un partido ultra dominante. Entre Morena y el PRI se escribieron pasajes históricos sustentados en el voto que permitieron la llegada al poder del primero en demérito del segundo. Una larga trama política quedó así concluida en el país para abrir una nueva. ¿Hasta dónde llegarán las coincidencias en el entramado social y político del país? Difícil pronosticarlo apenas en esta coyuntura. Aparte, dicen que no hay peor oficio que el propio de adivinador.

Y debe ser cierto. Por eso, mejor será referirse a la reciente estancia que tuvieron en Hermosillo la presidenta y el secretario de Organización de Morena, Luisa María Alcalde Luján y Andrés Manuel López Beltrán, el ya muy famoso "Andy", hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador. En la capital sonorense, Alcalde Luján anunció que en diciembre el partido que encabeza iniciaría una campaña de afiliación con el propósito de alcanzar 10 millones de militantes. ¿Formidable objetivo? Sin duda. Dijo que la tarea en Sonora será registrar 215 mil afiliados.

López Beltrán no dijo nada en ese sentido ni sobre algún otro tema. Por lo menos la prensa no presentó informaciones suyas. Pero es evidente que poco a poco "Andy" López Beltrán está asumiendo la tarea que debe realizar en su partido y en el contexto político en que se desenvuelve. Le siguen acompañando o inventando propósitos o finalidades futuristas de muy largo alcance que sólo con tiempo de por medio podrían asumirse llegado el caso.

Mientras tanto, no dejó de sorprender que la dirigente de Morena hiciera una invitación a militantes de otros partidos para que pasen a formar parte del que ella encabeza. No parece, por lo menos hasta donde se advierte, que al partido encabezado por Luisa María Alcalde Luján le haga falta mayor membresía, la que, por supuesto, nunca estará de más en ámbitos de esa naturaleza. Pero así de buenas a primeras no deja de sorprender el tenor de la cordial actitud asumida por la dirigente morenista para sumar más adeptos al partido que dirige.

Por lo demás, Alcalde Luján no se refirió necesariamente a infiltrados en Morena, como se lo hicieron notar los periodistas. Bien pudiera ser el colmo que en esos niveles partidistas se colaran emisarios de esa naturaleza. Podrían hacerlo. ¿Pero a qué rango? Al más bajo, seguramente. Aunque nunca hay nada escrito en menesteres de esta naturaleza. De todas maneras, afirmó, sin mayores sobresaltos o temor o rechazo alguno, que personas de otros partidos pueden sumarse al suyo.

Sin duda, saltos políticos o roturas ideológicas ya han ocurrido con anterioridad en casos notables o simples en el ambiente partidista o político. El hecho es que han sucedido. Y cabe suponer que seguirán registrándose en favor de Morena si, como cabe suponer, los partidos políticos que casi yacen caídos no logran levantarse ni siquiera al conjuro de un anímico y bien dicho discurso como los de antes.

Así las cosas, Morena no teme abrir sus puertas de bienvenida a militantes de otros partidos. Procede reconocer, como queda dicho, que muchos ya hicieron muy campantes ese tránsito desde hace tiempo. ¿Cosas de la política? Pues sí. 

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