Mayor costo, menor calidad deportiva
Por: Jesús Carvajal Moncada
Precios que van de 19 mil a 61 mil pesos en boletos para el juego inaugural del campeonato mundial de futbol, en la Ciudad de México, y servicios de hotel de 2 mil 800 a 28 mil pesos, igualmente, en la ciudad capital, son algunos ejemplos de los aumentos de precios, que también tendrán lugar en las sedes de Guadalajara y Monterrey, aunque no en la misma magnitud. Dichos incrementos, por cierto, se darán en Estados Unidos y Canadá, por supuesto, pero no en el nivel que tendrán lugar en México. De hecho, la ciudad capital es donde se registrarán los mayores costos en nuestro país.
Se suma a esto la exención de impuestos del Gobierno de México a la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), un acuerdo que se dice viene desde el sexenio de Enrique Peña Nieto, aunque avalado por la administración actual, tanto para el propio organismo rector del futbol, como para sus subsidiarias, asociaciones miembros, proveedores, contratistas, personas físicas y a quien se relacione con la organización del evento. Cualquier empresa que no esté incluida en esta norma y participe en juegos o eventos relacionados con el campeonato mundial en México, sí deberá hacer el pago de impuestos. Ante las críticas recibidas, la Secretaría de Hacienda informó que dicha exención solo sería para el año de 2026. Aun así, los beneficios para la FIFA serán enormes, y seguramente, la sociedad mexicana no estará satisfecha, ante el hecho de que la Federación Internacional de Futbol y empresas participantes en la competencia mundialista, que obtendrán millones de dólares en ganancias, no paguen impuestos por ello, mientras mexicanos con mucho menores ingresos sí lo harán.
La FIFA informó que destinó una parte considerable del boletaje para la competencia mundialista a sus empresas patrocinadoras, lo que ha dejado en segundo plano a los aficionados, y con el enorme incremento de precios, tendrá por consecuencia que muchas personas que asisten regularmente a los estadios en México ya no lo puedan hacer en el mundial, quedando la posibilidad de ver los juegos, solo trece de ellos, en televisión abierta, ya sea Televisa o Televisión Azteca. Si se desea disfrutar la totalidad de los partidos, se deberá hacer una suscripción a la plataforma de streaming VIX, propiedad del grupo Televisa.
La expansión del deporte, su incorporación a las plataformas de streaming y la forma como utilizan a sus estrellas en campañas publicitarias ha redituado excelentes beneficios económicos en las principales Ligas de Estados Unidos y del mundo. Decir que se privilegia lo deportivo a lo monetario sería difícil de creer. Lo importante, en todo caso, es mantener la calidad de los juegos para seguir atrayendo aficionados. En el caso del futbol soccer, a la FIFA, que ya se ha visto en escándalos de corrupción en el pasado, no le ha importado que al aumentar a 48 los equipos participantes y 104 juegos en total, disminuya la calidad de su magno evento, al incorporar a equipos que en otras condiciones difícilmente podrían tener un lugar en el mundial. Más equipos son más juegos, más gente en los estadios, un costo mayor en los derechos de transmisión y una mayor cantidad de aficionados frente a las pantallas recibiendo la publicidad constante de los patrocinadores.
Está por verse el resultado de este nuevo proyecto mundialista, pero mientras haya quienes puedan cubrir los altos costos de las entradas y los hoteles, no importa si baja la calidad en el deporte, porque los países de menor nivel futbolístico llevan la expectativa de tener una experiencia mundialista, o tal vez dar la sorpresa de vencer a un equipo grande, aunque finalmente, las potencias, en su mayoría, deberán prevalecer después de la primera fase de competencia. Y si la afición está de verdad muy interesada en ser partícipe de dichas actividades en vivo, tendrá que suscribirse a VIX o conformarse con la reducida cantidad de partidos por señal abierta.