Por: Redacción
Hoy inicia la Cuaresma con la imposición de la ceniza, que al católico le sirve para recordar que de polvo somos y al polvo volveremos…y es cuando en el Evangelio, Jesús invita a practicar la limosna, el ayuno y la oración alejados de toda hipocresía: «No lo vayas trompeteando por delante» (Mt 6,2).Los hipócritas, enérgicamente denunciados por Jesucristo, se caracterizan por la falsedad de su corazón; por decir una cosa y hacer otra, por no ser congruentes.
Respecto a la limosna nos sugieren que no quede reducida a una mera “propina”, que se da sin fraternidad que muchas veces es lo que más valora el prójimo. Sentir que hay alguien que se interesa por tu bienestar.
El ayuno, por otra parte, queda limitado al cumplimiento formal, mismo que ayuda a purificar nuestro cuerpo lo que nos permitirá con más facilidad despertar nuestra conciencia. También le podemos dar el simbolismo de lo importante que es moderar nuestro consumismo compulsivo que no termina nunca de llenar nuestro vacío espiritual, pero sin lograr la satisfacción… Finalmente, la oración que nos permite conectarnos directamente con nuestra espiritualidad, en otras palabras, la Cuaresma nos invita a profundizar en nuestro interior lo que nos permitirá vivir a plenitud, alegres y gozosos nuestra vida… Es tiempo de comenzar a dejar a un lado nuestro ego, entonces sí, las cosas en este mundo las cosas podrían cambiar para bien.
“Mi más gran ansiedad, es saber cuál es mi propósito de beneficio en la vida”
Vincent Van Gog.
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